viernes, 18 de octubre de 2013

El catalejos

Sobre un fondo blanco desvaído, más bien sucio, está el hombre mitad de blanco mitad de negro. El hombre, que pudiera ser oficial de la Marina, con galones (o al menos con una cruz) tiene un catalejos en su ojo derecho. Al verlo así, escudriñando sabe Dios qué, sentí un escalofrío pues enfrente del hombre, un poco más a su derecha, está el cementerio del Puerto. ¿Qué de cosas quiere el hombre, con su curiosidad de marinero, ver en el reino de los muertos? ¿A quién, a quienes, buscará? Tal vez el marinero tenga algún asunto pendiente con otro marino a quien conoció surcando mares lejanos. A lo mejor busca algún amor perdido en uno de los puertos que frecuentó. Quizá busca noticias del barco que naufragó en el que murieron camaradas con los que nunca más ha podido tomar unas copas de ron.

A mí me dio un escalofrío al ver al hombre buscando en el pasado de los muertos. Me vi a mi mismo, allí enterrado en uno de los nichos, descubriendo al hombre mis miserias. Aquellos secretos que para siempre creí haber llevado, seguros, a la tumba.

1 comentario:

  1. La verdad es que esa mirada lejana es siempre inquietante, así que no es extraño preguntarse qué estará observando.
    Un abrazo

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