domingo, 30 de diciembre de 2018

Enseña

Tal que una enseña del señor del castillo, hemos visto una estrella blanca sobre torre con forma de pirulí de variados colores. Lo vimos en el Castillo, hoy museo, de lo que se fue Casamata y que aun hoy conserva parte de su antiguo nombre. Torre y estrella  permanecerán allí, suponemos, hasta que el señor y sus huestes lo abandonen. La estrella, algo inclinada, de cuatro puntas, señala los cuatro puntos cardinales y tal vez sirva para orientar a los magos de Oriente a encontrar la ciudad de Belén de Judá en donde, dice la Buena Nueva nació el Señor que está por encima de todos los señores de la Tierra y de los cielos.

lunes, 17 de diciembre de 2018

Adornos navideños

Los adornos navideños no se libraron de la batalla contra la crisis. Nos referimos a los adornos que el Ayuntamiento ha colocado en años anteriores en calles y plazas del centro para que los ciudadanos nos acordáramos que debíamos festejar la Navidad. A nosotros, aquellos adornos, que el primer año en que estuvieron colgados por aquí y por allá nos llenaron de contento, en los años siguientes nos llenaban de magua cuando no de tristeza: fueron durante años los mismos del año anterior. Repetidos y algo más ajados nos recordaban que estábamos en crisis. Y entonces, ya no nos sabían igual los turrones y los polvorones, que llegaban a ser amargos, y tampoco nos entraban las ganas necesarias para pasarlo bien el Fin de Año. 

Las cosas han cambiado para mejor -nos dicen- y en este año los adornos son distintos. Al menos, los que hemos visto en la calle Mayor de Triana. Distintos y claros. Llenos de buenas perspectivas. Seguro que los dulces de estas Navidades nos vuelven a resultar dulcitos, dulcitos.

viernes, 14 de diciembre de 2018

Escopeta

Estuvimos en las Casas Consistoriales, en Santa Ana, para ver el tradicional Nacimiento que este año nos presenta montañas que quieren ser reflejo de nuestras cumbres. En verdad que lo han logrado quedando muy bonito con otros rincones que simulan las medianías en los que casas y situaciones nos trasladan a nuestros queridos pueblos. Hemos visto hasta a un señor enfermo en cama que parece estar en las últimas. Y, naturalmente, no faltan las ovejas, el burro, los bueyes y las vacas. Todo muy logrado. Hemos visto incluso -como el Nacimiento tiene figuras con movimiento- un labriego ordeñando una vaca quien sube y baja en el banco en que está sentado, mientras que el noble animal no se mueve y no dice ni 'mú'. 

De repente, nos llega el asombro: vemos en lo alto de un monte, montaña o montículo -vayamos a saber- una enorme casa de campo y junto a ella un cazador con escopeta que busca, suponemos, un conejo con que llenar el caldero. Sí señor, muy bien pensado, pensamos. Enseñemos a los niños -que irán a gozar de este Nacimiento- que en Belén de Judá, cuando nació Jesús, la escopeta para cazadores ya era un artilugio al alcance de la mano. 

miércoles, 12 de diciembre de 2018

En la guagua

Partió la guagua de la Estación del Teatro con un número no pequeño de pasajeros. En la parada del Hoyo y en las siguientes fueron subiendo más y más personas hasta llenarse la guagua como acostumbra a hacerlo en las horas puntas y en las no puntas. En la calle, un reloj marcaba 27 grados y eso que estamos en diciembre; dentro del vehículo, ni les cuento. Paraba la guagua y más gente subía hasta casi llegar a apelmazarnos como si fuéramos tortas de turrón navideño, del duro. En esto sube un hombre alto, corpulento; lucía camisilla sin mangas, negra; cabeza calva, y rasurada por donde aun podía lucir cabellos; sus brazos y hombros velludos eran como un reclamo. El hombre queda cerca de nosotros y se agarra como el resto de pasajeros de a pie como Dios le da a entender. De repente, levanta su brazo derecho para asirse al agarradero. Nos alarmamos, nos tememos lo peor... pero un suspiro de alivio nos sale del pecho: nuestro hombre lleva los sobaquillos con un depilado perfecto.

lunes, 10 de diciembre de 2018

En La Isleta

Sigue habiendo en La Isleta (y ojalá sea por muchos años) muchas casas terreras de aquellas que construyeron quienes se aventuraron a vivir en esta punta de la Ciudad -entonces casi deshabitada- atraídos por el trabajo que ofrecía la construcción de los muelles de La Luz y de Las Palmas. Hay muchas de dichas casas, de un solo piso, con poco frontis y puertas enormes. A nosotros, nos ha sorprendido siempre el tamaño de las puertas de las casas antiguas, tanto las de la calle como las puertas interiores. ¿Eran gigantes nuestros antepasados, cuando estas casas se construyeron? ¿Por qué tan altas las puertas? Hoy hemos encontrado una casa terrera antigua en la calle de La Naval que nos llamó la atención por un desconche en su fachada; desconche que nos permitió ver las tripas de los muros; muro, el entrevisto, que nos llevó a otros tiempos ya lejanos.  

sábado, 8 de diciembre de 2018

Plaga

Como si de una plaga bíblica se tratara, como si de una de aquellas siete plagas que según la Historia Sagrada asolaron a Egipto en tiempos de Moisés y Aarón, a las ciudades modernas ha llegado en los últimos años una plaga que barre con los pequeños comercios de barrios cercanos y del centro mismo de la ciudad. Los efectos de esta plaga se manifiestan con puertas cerradas con cadenas y candados en donde había puertas abiertas mostrando las bondades de la tienda -pequeña y familiar- que allí estaba. Estas puertas cerradas acompañadas de pobres escaparates sin vida se han multiplicado. Mientras, los centros comerciales lucen con el esplendor de la abundancia que dan el dinero, las luminarias, y la ostentación de que hacen gala. 
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