sábado, 27 de marzo de 2021

Turistas

Pocos turistas en la Ciudad y en la Isla en estos días y meses pues la Covid, manda. Por ello nos chocó un grupo no muy numeroso de estos visitantes casi desaparecidos siguiendo a una guía por las calles de Vegueta. Estábamos justo al lado de la Catedral en la esquina de la calle Reloj cuando vimos el cortejo. Iban como van todos los turistas en tales condiciones: más despistados que pulpos en garajes. La guía hablaba y explicaba y nadie (o casi nadie le hacía caso). Miraban aquí y allá y alguno hasta se atrevía a asomar su cabeza por la tienda de souvenirs con un artesano trabajando, que allí mismo se encuentra. Al poco, siguieron Espíritu Santo arriba, seguro que a ver la fuente. En ésta -en la fuente- es muy probable que la guía les hablara de su historia y de su construcción y del techo que la cubre y que la hace única. Y quizás también, pensamos, algo les diría de las cuatro esculturas que en tiempos tuvo y que por arte de birlibirloque desparecieron. Claro que, entonces los turistas tampoco les harían caso y seguirían, ellos y ellas, tan despistados como antes, tal que pulpo en donde fuera.

lunes, 22 de marzo de 2021

El patio

 

Bajábamos en la tardecita por una de las calles estrechas que le dan sabor a Vegueta con sus silencios. En ella han habilitado una de esas terrazas que nos han nacido como hongos tras la lluvia. En un par de mesas y sus correspondientes sillas unas personas charlaban y otro grupo de parroquianos esperaban el que le dejaran entrar en el establecimiento, nuevo al parecer, que da razón a la terraza. En éste, en el restaurante nuevo, metimos la cabeza para golisniar que tal era. Nos gustó. Bien arreglado, parece ser cómodo pues está decorado con gusto dentro de lo que era parte de una casa vieja -al parecer- de esta zona vieja de la Ciudad. Además del salón comedor, un espacio para el bar y una sala más pequeña como para tomar copas y charlar. Salimos y seguimos bajando la calle atravesando una calle que se nos cruzó. Al pronto vimos algo de agradecer: una puerta de madera alta y fuerte de doble hoja de casa señorial estaba abierta. Entramos como de puntillas hasta la verja y estuvimos admirando y deleitándonos con el patio que se abría ante nosotros. ¡Un patio canario, ahí es nada! Perfectamente claro en la tarde con su galería alta, sus macetas y sus plantas. Nos quedamos embobados un tiempo y, continuamos nuestro camino bendiciendo tan buena suerte. 

martes, 16 de marzo de 2021

Tres artistas

Espigando en el frondoso campo donde crecen nuestras mejores artistas, la Casa de Colón ha tenido a bien mostrar unas pinturas de tres excelentes pintoras de una misma generación. Lola Massieu, Pino Ojeda y Yolanda Graziani nos muestran en esta pequeña exposición (ojalá fuesen muchos más los cuadros expuestos) sus capacidades para mostrarnos el mundo tal como ellas lo ven o lo vieron. Lola y Pino ya no están con nosotros y sí está Yolanda Graziani de quien esperamos nuevos trabajos que nos deleiten. Es -decimos- una corta muestra llena de colores vivos en casi todos los cuadros con un cromatismo variado como variadas eran las manos y los corazones de las artistas. A nosotros nos llamó la atención, quizás por su diferencia con las restantes obras, tres cuadros en colores grises -nubes, piedras o mar- que podrían ser referentes del estado de ánimo de la pintora que le dio vida. 

jueves, 11 de marzo de 2021

Un cacho


 En la calle Mendizabal, en Vegueta, hemos encontrado el frontis de una casa terrera, destinado, si Dios no lo remedia, a caer a manos de la piqueta. Viendo este cacho de nuestro pasado junto a las casas grandes del entorno, casas de ahora, nos parece estar viendo un trozo de tarta último que queda después de una fiesta y que alguien está dispuesto a engullir. El frontis, este frontis nuestro, es el de una casa en la que vivieron gentes que nos precedieron, con sus inquietudes, sus ratos buenos, sus afanes y sus dolencias. ¿Salvará el Ayuntamiento este cacho de nuestra Historia doméstica? Creemos que lo merece pues es gracioso, con sus gárgolas y sus motivos decorativos en piedra. Mas, nos tememos que no se salvará, pues, lo que fue casa a su izquierda es ya un solar disponible para edificar. Todo, servirá para construir casas sin historia. Para gente nueva.

lunes, 8 de marzo de 2021

Un periódico

Hemos ido a la Hemeroteca del Museo Canario a buscar un periódico de una fecha que para nosotros es especial. Encontramos el periódico La Provincia, con tan sólo cuatro hojas pues no tenía más en aquel año de 1941. Leamos con atención. En lo internacional, copan las noticias la guerra en Europa que no sabemos si ya llamaban Segunda Guerra Mundial; así, en una noticia desde Tokyo se decía que "En Londres se sustenta el criterio de abandonar los Balcanes". Y se nombra, cómo no, a Alemania, a Suez, a Egipto y a varias capitales europeas metidas hasta las cejas en el enorme conflicto... En lo local, nos informa el periódico, en sus Crónicas de Sociedad, quienes (suponemos que personas importantes) habían ido o habían venido de Tenerife, quien había embarcado para la Península, quienes habían mejorado de sus enfermedades, y quien "víctima de rápida y aguda dolencia" había fallecido. Ah, y también quien ha ido de temporada a El Madroñal. En la política interna, poco. (La guerra civil había terminado dos años antes). Leemos un Bando del Gobierno Civil con un tema que ya entonces era preocupante como es la falta agua, para hacer frente, con un reparto a cumplir, a la escasez por la falta de lluvias. 

Anuncios de "Modas Julia", de "Los Nopales", y de una tienda de muebles que ofertaba tresillos: "diez modelos diferentes a precios de 750 pesetas en adelante" y de una Sastrería Madrileña... En los deportes, Fútbol, Vela Latina, Galgos, Natación. Y procesiones en la Semana Santa. Y cines: uno que sigue con nosotros, el Cuyás; otros varios que han desaparecido como el Avenida y el Royal Cinema,  Por cierto en este último proyectaban La Tonta del Bote...  

viernes, 5 de marzo de 2021

Balcones

 

Dejando a un lado los balcones de la última generación que más parecen jaulas de grillos, podemos decir que en nuestra Ciudad, y en la isla toda, tenemos bonitos y variados balcones. A nosotros, si nos llamaran a un jurado para elegir aquel balcón que más nos gustara nos harían de la picha un lío y ningún favor fuera ese, porque somos unos encendidos admiradores de estos ornamentos arquitectónicos de nuestras casas que son a su vez un espacio añadido para la habitabilidad. Sean de madera ¿a quién no le gusta un precioso balcón canario de tea? sean de hierro o de mampostería, los balcones son dignos de ser admirados. Veamos si no los de las casas de los barrios capitalinos de Vegueta y de Triana. Así no es raro que el otro día, en la calle Mayor, estuviéramos deleitándonos abobados con los balcones de la casa que traemos hoy. A pesar de su robustez, que lo hacen parecer fuertes y duraderos, tienen el encanto de las cosas finas y caprichosas con sus voluptuosas curvas. Serían, posiblemente, estos balcones dignos aspirantes al premio si en el jurado antes dicho estuviésemos.