Interesante exposición digna de ser tenida en cuenta.
viernes, 27 de noviembre de 2020
En el escaparate
domingo, 22 de noviembre de 2020
Moda
jueves, 19 de noviembre de 2020
Animalitos
En la puerta del que fuera durante muchos años establecimiento relevante en Triana, la Casa Metharan, cerrado desde hace un tiempo, hemos visto cuatro perrillos que más parecían figuras graciosas. Salvo unas movidas de sus orejas o, quizás, de sus cabezas, no se movían. De hecho no se movían ni un ápice de donde la suerte les había tocado estar en la mañana calurosa de este raro noviembre. Mientras, en la acera de enfrente, un hombre, sentado en uno de los bancos estaba abstraído en el cuadro que pintaba o en los cuadros que mostraba. El hombre, el pintor, era el dueño, o el amigo, o al menos el paseante, de los cuatro animalitos. Los hemos visto otras veces, a hombre y perros, normalmente cuatro diminutos perrillos cogidos unos a otros por una correa que los unen. ¿Qué sentirán los animalitos que, en el tiempo que están en Triana, son tan sólo figuras preciosas sin juegos, sin ladridos, sin caricias...? No podemos saberlo. Es natural que por ello sintamos, cuando nos los encontramos, una ternura fraternal.
lunes, 16 de noviembre de 2020
De feria
En el Parque de San Telmo hemos visto unas pocas casetas de feria, aún cerradas. En Triana, las guirnaldas que no falten; ya las están instalando de lado a lado de la calle con sus bombillas -ahora leds- todavía apagadas, esperando al gran día de la inauguración. Junto a las bombillas, unas ramas que, a falta de abetos, son de pino, artificiales, creemos. En la misma calle Mayor, los carritos con los consabidos chuches que encantan a los más pequeños: globos con forma de muñecos Disney, chupas de caramelos, 'algodón' de azúcar y chucherías varias, junto a los pocos puestos de castañas asadas que aún humean y dan olor a rico alimento. Se acerca la Navidad y todo ha de estar dispuesto para celebrar un año más el Nacimiento del Niño Dios. Este año con las limitaciones a que nos obliga la pandemia, con una alegría un tanto forzada con regusto a malestar de barriga. Se acerca la Navidad y todos nos preparamos para cantar el Venite Adoremus de nuestra niñez.