domingo, 25 de agosto de 2019

Hidroavión

El voraz incendio que ha calcinado buena parte de nuestras cumbres nos ha traído a la ciudad un cierto punto de novelería, de curiosidad, de alegría por ver algo que nos saca de nuestras a-isla-das rutinas. Así, cientos de personas se han desplazado en estos días para ver las maniobras de los hidroaviones para amarar, repostar y volver al cielo para llevar agua con que apagar las llamas de los pinares. Nosotros no hemos ido pero sí hemos visto el espectáculo de los curiosos espectadores pegados a la marea, al pasar en la guagua por la Avenida Marítima. Y también gozamos con la vista de estos aviones sobrevolando Las Canteras rumbo a su destino en las cumbres.

domingo, 18 de agosto de 2019

Las ranas

Las ranas, una frente a la otra, trabajan incansables expeliendo agua por sus bocas. Cumplen así el contrato que les une a esta ciudad nuestra que a cambio le ofrece un lindo estanque para ellas solas. Son ranas graciosas a la par que simpáticas sobre todo con los niños y los abuelos que por allí se acercan. A las personas de mediana edad no les hacen mucho caso pues éstas, ya sabemos que siempre pasan pensando en sus cosas cuando no en las musarañas. Tienen las ranas los ojos saltones bien abiertos y las patas escarranchadas. A lo mejor, últimamente se aburren pues por su plaza -por la Plaza de las Ranas- ha dejado de pasar mucha gente joven después que la cercana Biblioteca Insular cerrara su puerta principal de siempre cambiándola por otra en la calle paralela que lleva el nombre de Remedios. ¡Qué remedio, dirán las pobres ranas sino aburrirnos!