El ver una paloma en el muro de la playa dando la espalda al mar, nos llevó a pensar en la ilusión. Adivinamos entonces que algo tan simple como la imagen que se nos presentaba, es lo que nos ayuda a sentirnos bien, a pasar por la vida sintiéndonos mejores. Quizás, nos dijo la conciencia, es esta la contestación que esperaba de nosotros la joven que nos preguntó cuál era nuestro secreto para mantenernos bien -como ella nos veía ¡bendito sea Dios!- a nuestra edad. La contestación, lo supimos al ver a la paloma, es, la ilusión. La ilusión por todo. La ilusión por todos.
miércoles, 31 de agosto de 2022
lunes, 29 de agosto de 2022
Dos obispos
La fábrica de la catedral nos dejó en su día dos pequeñas semiplazas en su parte posterior. Tienen estas plazas escalones de poca altura, de superficie grande, de una piedra que hace juego con las viejas columnas que soportan el templo. y están arropadas por altas paredes blancas en las que se hacen notar grandes ventanales y enormes puertas que no se abren nunca. En una plaza, en la del sur, hemos visto dos medallones enmarcados, que según leemos, están dedicados a los obispos Juan de Frías y Fray Miguel López de la Serna. Ambos dos, estos obispos fueron evangelizadores de los nativos que aquí, en nuestra isla, vivían cuando ellos llegaron con los conquistadores. Por ello, el recuerdo, en esta plaza trasera del templo catedralicio.
sábado, 20 de agosto de 2022
En la esquina
jueves, 18 de agosto de 2022
Las estaciones
Como por arte de birlibirloque llegaron las cuatro estaciones a Las Canteras: Invierno, Otoño, Verano y Primavera. El mundo al revés, pensamos, viendo que habían puesto como primero de la lista al viejo Invierno dejando a la pizpireta Primavera para el final. En fin, nos consolamos pues bien que valía pagar por estas menudencias que nos servían casi, casi, en bandejas de plata. O en rosetas de arena que más o menos valen igual. Así que nos paramos y las admiramos. Admiramos el trabajo del artista que supo poner cara a cada una de las cuatro estaciones mostrándonos sus peculiaridades ya sabidas: muñeco de nieve, caída de hojas, tumbona en la playa, y lindas flores. Como por arte de birlibirloque llegaron. Y ya no están. Se nos fueron las Estaciones.
martes, 16 de agosto de 2022
Lindo Covid
Al verlo, pensamos inmediatamente en el Covid. Era tan lindo... No nos faltaron ganas de ir a darle unos besos pero nos contuvimos: el centro comercial estaba lleno de gente y no era cuestión de que pensaran que estábamos locos o que queríamos con amor sin fin a la pandemia. Pero, es que, siempre habíamos visto al bicho en la tele en tonos grises con cara de pocos amigos y, de repente, se nos aparecía lleno de colorines y con unos ojazos como para comérselo, y claro, no nos pudimos contener y lo fotografiamos para ustedes. Les gusta, ¿verdad? ¿No es una monada? Así visto, tan guapo él, ¿quién teme al lobo feroz? ¡Vengan, vengan virus encantadores!
jueves, 11 de agosto de 2022
Mara
martes, 9 de agosto de 2022
El árbol
No nos llamó la atención el árbol: fue el bando de palomas que sobre él revoloteaban sin orden ni concierto. Entonces vimos que el árbol sube junto a la casa, husmeando tras las ventanas. Y es que el árbol busca el ansiado sol por arriba de la azotea y lo que termina encontrando es el bando de palomas; éstas están todas alborotadas pues oyen o sienten (sienten y oyen) el estruendo de los voladores de las fiestas del Carmen. ¿Oirá también el árbol? ¿Sentirá en su tronco y en sus ramas el ruido inmisericorde y el olor a pólvora? No sabemos, pues parece que el árbol, ajeno a todo, sólo se ocupa de ascender hacia lo más alto en su invisible escalera, para llegar a hacerle cosquillas al sol.
viernes, 5 de agosto de 2022
La Marina
A la calle de atrás de Triana la llamaban La Marina. Cuentan, quienes lo saben, que hasta ella llegaba el agua del mar cada doce horas en las subidas de la marea lamiendo con sabor salado los bajos de las casas. Luego, con el tiempo, le cambiaron el nombre y le dieron el de un hombre rico y respetado por sus quehaceres y sus negocios. De aquellos primeros tiempos aun tenemos edificios que nos recuerdan el pasado, aunque ya algo desvaído. Tomemos como ejemplo esta foto de una esquina lateral en la calle, en cuyo muro podemos ver, pintada, una ventana de ensueño entre florecidas ramas, y bajo ella, lo que pudiera ser una hornacina con la imagen de Nuestra Señora.
Oh, tiempos pasados que no volverán.
miércoles, 3 de agosto de 2022
Sola
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Al ver el macetero, pensamos en la mujer aquella a quien encontraron "sola, fané y descangayada, al salir del cabaret". Y eso que en el macetero había dos plantas con flores. Pero es que, nos parecieron tan solas las pocas flores en unas ramblas -las de Mesa y López- que debiera ser escaparate de la tradición de plantas y de flores que teníamos (cuando éramos pequeños) en esta nuestra Ciudad, con azoteas y patios cargados de las más variopintas macetas, incluso de latas vacías de cualquier cosa convertidas en maceteros. Nos parecieron solas pues desearíamos ver muchas más en parterresy en floristerías en la zona. ¿Qué tal, pensamos, unos kioskos con venta de flores en estas Ramblas que atraiga a residentes y a visitantes a pasear por ellas para el sosiego y recreo de los espíritus ajetreados? Todo fuera por no ponernos a cantar por no llorar... que dice el tango.lunes, 1 de agosto de 2022
Vuelco
El corazón nos dio un vuelco al ver una gaviota atrapada en un cable. ¡La vimos, la vimos! Era imposible el equivocarnos. Estaba justo en uno de los postes de luces de la playa remarcado por la luz del sol poniente. Seguramente venía volando despistada y quedó enganchada sin remedio y ahí seguía, cuando la vimos, sin poderse soltar. Pobre gaviota. ¿Se habrán acabado para ella los vuelos rasantes sobre las olas, las pasadas sobre los bañistas y la avenida, su paseo en la arena on andares de bailarina...? Pobre gaviota, que entonces, ya no podría remontar su vuelo hacia el sol. Pobre gaviota atrapada...
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