sábado, 19 de junio de 2021

Calavera

 

En Triana, una calavera. Dorada, como el oro viejo. De llamador. El establecimiento en cuya puerta está, (de tejidos  y de novedades de última hora) tiene un nombre en inglés del que no sabemos su significado. ¿Esqueleto, tal vez? Pudiera ser. A nosotros nos ha llamado una atención malsana pues no dejamos de preguntarnos si este objeto, decorativo además de práctico, anima a algunos clientes a entrar o asusta a otros (miedicas) que se quedan fuera. Pensamos que quizás fuera un trabajo sensato en nuestra Universidad -en la rama de la conducta humana- el poner a unos ojeadores que cuenten a quienes entran y a quienes no entran. ¿Qué nos diría el conteo? Y en la rama de Imagen y Sonido, de Formación Profesional, podrían encargar a otros alumnos el fotografiar las caras de unos y otros clientes que serán, no nos cabe duda, de asombro o de miedo mal disimulado, ante el más allá.   

domingo, 6 de junio de 2021

La calle

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La calle Albareda es Refugio y es Isleta. Está con nosotros desde siempre siendo el último tramo de la carretera de Las Palmas al Puerto, ya en el istmo, pasados, muy atrás, los arenales. Tuvo a su izquierda a la playa de Las Canteras, y a la derecha los talleres de reparación de barcos como aquellos talleres de carpintería de ribera que besaban el mar. Sus casas eran terreras o de dos pisos (entre ellas la Casa de Socorro del Puerto) y, poco a poco, fueron llegando los edificios altos para bancos y hoteles, y otros como el edificio Woermann que han cambiado por completo su fisonomía. Y más que cambiará pues poco a poco se derrumban casas para nuevas edificaciones o se venden otras que a buen seguro seguirán siendo pasto de la piqueta. ¡Gracias que siempre le quedará a esta emblemática calle su Mercado del Puerto! 

martes, 1 de junio de 2021

Remanso



El proyecto de la metroguagua que ha venido a modificar nuestros usos de los paseos por las Ramblas de Mesa y López, nos ha traído también un remanso entre el siempre ajetreado tránsito de vehículos en la zona. El Ayuntamiento ha estado atento a la posibilidad y ha conseguido cambiar el cinturón de coches que rodeaban a las esculturas de Montull, en la plaza de España, -que llevan por nombre la bonita descripción de Monumento a las Actividades Primitivas Canarias- por una zona media ajardinada y media de descanso que ha puesto a disposición de los ciudadanos. Las esculturas han estado siempre bien visible a los viandantes, pero alejadas. Los vehículos, impedían el contacto visual cercano y el contacto físico. Hoy hemos visto algunos niños que juegan entre ellas. Nos han dado y es cosa buena en verdad, un remanso para disfrutar, después de un paseo por las Ramblas.