viernes, 30 de noviembre de 2018

Violencia

Para nuestra desgracia la violencia está al parecer en nosotros los hombres, los machos -dirán algunos-, que nos consideramos los reyes de la Creación. La violencia, que en el caso de la de género, es una lacra que nos debe hacer sentir náuseas y vergüenza de nuestra condición de seres racionales. Violencia que, según las mujeres, no es una, sino varias. Así hemos visto en la Casa de la Mujer en nuestra ciudad un cartel que habla de las violencias (en plural) de género. "Las Palmas de Gran Canaria contra las violencias machistas", dice. Razones tendrán ellas para catalogarlas de esta manera pues ellas son las que sufren estas enfermedades de las sociedades actuales, sociedades del no va más, en miserias machistas, al parecer.

martes, 27 de noviembre de 2018

Juegos

Juegos para niños y para mayores. De vez en cuando se los encuentra uno como por casualidad, sin buscarlos. Solo hay que estar en el sitio adecuado en el momento justo. Tal nos ocurrió a nosotros que nos topamos con una actividad para mayores a la que acudimos sin tener ni repajolera idea de qué se trataba ni qué cosa nos llamaría la atención en ella. Nos llevaron a la zona del Museo Elder, donde se encuentra la bonita réplica de la nao La Niña. Allí nos esperaban una joven y tres hombres, no todos vestidos de época (qué se le va a hacer). Nos dividieron en dos grupos y mientras unos jugábamos en un juego que ponía a prueba nuestras habilidades y puntería, los otros iban a probar suerte haciendo de Robin Hood con el arco y las flechas. Juegos de niños para niños y mayores. Una delicia de juegos que son de agradecer.

sábado, 24 de noviembre de 2018

En la parada

Hemos visto en la parada, una joven negra con un niño negro en un cochito pequeño. Al llegar la guagua, suben en ella, en fila, una, dos, tres, cuatro, cinco, seis personas sin que ninguna le haga un gesto amigo cediéndole su puesto. ¡Qué pena! No era una mujer blanca, con un niño blanco en un cochito pequeño.

lunes, 19 de noviembre de 2018

En la playa

Había caído la tarde temprano como corresponde a un día de otoño gris amenazante de lluvia, en que las nubes bajas impiden ver en Las Canteras el majestuoso espectáculo de la puesta de sol. Estábamos arriba en una terraza de la Avenida saboreando el buchito de café y viendo pasar a los escasos paseantes. Abajo, en la playa, jugaban unos chicos. Casi sin quererlo, fuimos entrando poco a poco en el juego de tenis de playa que ellos disputaban. En una red, la más cercana a nosotros, jugaban dos chicas contra dos chicos; en la otra, dos muchachos contra otros dos. Las chicas jugaban extraordinariamente bien y no había que ser muy ducho para ver que no era la primera vez que jugaban en pareja. Lo hacían con ganas, con ilusión, y aprovechando al máximo el rato de buen rollo que se traían celebrando cada 'punto' conseguido. Los chicos no lo hacían mal pero parecían más patosos. Aun no habían encendido las luces que iluminan la playa y las imágenes se nos aparecían algo desdibujadas, como en un sueño. Un sueño lleno de gratificante felicidad.
 

viernes, 16 de noviembre de 2018

Támbara. Támara.

Támbara. Para mí siempre será támbara y supongo que también para los de mi generación que las saboreábamos con fruición cuando el comer esta fruta de nuestra palmera era una felicidad. Tám-ba-ra. Palabra esdrújula que pronunciábamos separando las sílabas y dando énfasis a la letra eme ante la be que quiero creer hace de caja de resonancia. Támbara. Ahora la llaman Támara y esta denominación no me dice nada. Támbara sí que me lleva a recuerdos de mi niñez y me trae el sabor indescriptible del fruto. ¿Agridulce? ¿Amargo? ¿Dulzón? No lo sabría decir. Sí sé que la támbara deja en la boca como un regusto de algo que raspa hasta la garganta y que invita a saborear cuantas más mejor. 

jueves, 15 de noviembre de 2018

Migrantes

Podemos ver en los carteles publicitarios de nuestra ciudad, en estos días, unos mensajes que trata de despertar nuestro semidormido entendimiento en un problema de rabiosa actualidad: migrantes, inmigrantes. Da igual como les llamemos. Son personas que desafían su destino para buscar un destino mejor. Son personas que no quieren irse -nos dicen- pero que se ven empujadas por causas que no llegamos ni a sospechar en nuestro primer mundo. Son hombres y son mujeres y son niños que se lanzan a la aventura por una vida mejor que no siempre encuentran. Al contrario, muchos quedan en el camino como vemos a diario en los noticieros, en los periódicos. Son hombres y son mujeres. Y las mujeres son las que, en estos mensajes hablan. #LasMigrantesHablan, nos dicen.

domingo, 11 de noviembre de 2018

Ha venido

La metroguagua ha venido, y nadie sabe como ha sido. Lo que sí sabemos es que ha llegado para quedarse y que llegó como llega un elefante a una cacharrería: poniendo todo patas arriba. Denostada por unos y querida por otros, la metroguagua no ha sido indiferente en esta sociedad nuestra tan provinciana que se revuelve como una panchona ante cualquier cosa que venga a revolver en nuestra tranquilidad pachorrienta. Además, sabido es que en cada ciudadano palmense hay un ingeniero y como no podía ser de otro modo cada quien ve en su proyecto propio algo mejor que esta BRT extranjera. Nosotros hemos creído conveniente -dando un voto de confianza- proponer un concurso de carrocería para la metroguagua entre el paisanaje y, acorde con ello, hemos puesto manos a la obra. Nos quedó, en verdad, una bella muestra de lo que nos espera...   

viernes, 9 de noviembre de 2018

Escondidas

Están escondidas. Son varias, y con un poco de suerte podemos verlas, de refilón, cuando vamos en la guagua por los pasos soterrados de la Avenida Marítima. Dos están en la confluencia con la calle Luis Morote -bajo la marquesina, casi- allí por donde los cruceristas entran en nuestra ciudad y regresan a sus barcos. Seguramente ni se enteran ellos, los pobres, de estas semipreciosidades. ¡Cómo que tampoco nos enteramos nosotros! Pero ahí están en el punto de mira de alguien inquisidor que quiera saber que escondemos en los sótanos de nuestras infraestructuras. En el caso que nos ocupa, hemos visto un cuadro de barcos (mas bien sus siluetas) en el muelle, y otro cuadro con un hombre que lleva encima el peso de una mochila. ¿O será más bien el peso de nuestros pecados colectivos?

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Casas en Triana

Varias, por no decir muchas, de las casas de la calle Mayor de Triana, nos llenan de satisfacción. Sobre todo aquellas que representan un ser y estar de nosotros en la ciudad y en la isla. Nos satisfacen las casas y también el grado de preocupación que hay sobre ellas, sobre su conservación y cuidados. Máxime, de unos años a esta parte en que la técnica permite que una casa no sea derruida al completo para hacer otra acorde a las necesidades actuales. Hoy podemos tirar lo que nos sobre pero respetando escrupulosamente la fachada. Esto es lo que se ha hecho con la casa que albergaba la sede hasta hace poco de la Caja de Canarias y en la que anteriormente estuvo las oficinas de otras entidades bancarias y de seguros. Ha quedado linda, en verdad. Lucen preciosos sus balcones y sus relieves
. Luce perfecta y blanca. Luce moderna, como debe ser.