domingo, 23 de marzo de 2014

Los galgos

Sabido es que nuestra ciudad, Las Palmas, como cariñosamente la llamamos, debe mucho a los ingleses. En los muelles, el aprovisio-namiento, primero del carbón y luego de los combustibles fósiles a los buques, fue cosa de ingleses y la Ciudad Jardín no se entiende sin su presencia así como el Club de Golf de Bandama. Hoy en día, el Club Inglés en la calle León y Castillo nos recuerda historias de la colonia inglesa tan bien contadas por Alonso Quesada y la presencia de la genial Agatha Cristie que estuvo viviendo algún tiempo en el antiguo y cercano Hotel Metropol. 


Lo que es conveniente recordar también es que nosotros tuvimos en nuestra ciudad una gran afición por los galgos, afición traída por supuesto por ingleses (si no estoy equivocado). Por las carreras de galgos tuvimos un canódromo, por donde el Campo España -si no era el mismo campo- en la zona de Fincas Unidas-Paseo de Cayetano Lugo. Luego, el canódromo cambió de aires y quedó instalado en modernas instalaciones en Schamann, frente por frente a su vecina Escaleritas; canódromo hoy reconvertido en parque urbano por donde los perros corrían, y en biblioteca pública y oficinas de distrito el edificio que servía de cafetería y de mirador y para hacer las apuestas. 

Quedan para el recuerdo, el nombre del parque y unos galgos en hierro adornando la valla metálica que lo cierra. Actualmente, además, y no sabemos por cuanto tiempo, tenemos unos grafitis muy bien hechos con las estampas preciosas de dos ejemplares de aquellos galgos que a tanta gente ilusionó corriendo.

1 comentario:

  1. Los canódromos españoles no han corrido muy buena suerte en los últimos años, parece que se acentuó más el amor por los animales, pero nos olvidamos de las carreras de galgos.
    Un abrazo.

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