lunes, 25 de noviembre de 2013

Un kiosko

Han remozado en buena hora uno de los kioskos del Parque de San Telmo. Es el que está más cercano a la iglesia que tiene por patrono al santo de los mareantes, como reza, por allí cerca, un letrero explicativo. Han dejado el kiosko bonito en verdad pues, además de que es lindo de por sí, le han dado unas manos de pintura -blanca y azul- a sus paredes y una pasada de barniz a sus maderas y unas manitas de buenas mañas a la cúpula de azulejos, que lo han dejado como un juguete recién salido de fábrica. Al menos como un juguete me lo he tomado yo pensando que es un regalo de los que me traerán los Magos de Oriente y que me ha llegado antes de fecha como anticipo. Naturalmente que estoy contento por ello. Y no es que el kiosko (que sirve de punto de información a los turistas) estuviese mal, no señor, pero ahora es que luce tan lindo... 

1 comentario:

  1. Remodelar, conservar el patrimonio es deber de los buenos gobernantes.
    Un abrazo.

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