jueves, 14 de noviembre de 2013

Tachaduras

Está claro que a alguien no le gustaba el nombre de aquel afortunado a quien estaba dedicado el parque. O no le llegó a gustar nunca la dedicatoria a tal persona. Así que tachó con pintura minio (al parecer) lo que nos decía la placa que está justo en la pared del cementerio del Puerto no sin dejarnos unos resquicios por los que podemos adivinar que el agraciado era parte de la Policía Municipal. Ello nos da pie para pensar  que tal vez al hombre tachador le pusieron una o varias multas (vaya usted a saber por qué motivos) y ello fuera razón y causa de su inquina. 

Otra posibilidad que no hemos de descartar es que el Ayuntamiento hubiera cambiado el nombre del Parque -ahora de La Minilla- y en lugar de mandar a un operario con herramientas para retirar la placa enviaran a un pintor de brocha gorda para que le hiciera unas tachaduras.Todo es posible visto lo visto en estos tiempos de penuria e incuria.

1 comentario:

  1. Tengo la sensación de que detrás de la brocha había una mano gamberra por decirlo de forma suave.
    Un abrazo.

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