lunes, 9 de septiembre de 2013

Un letrero

Una de las casas que tenemos en la calle Bravo Murillo de hace mucho tiempo conserva en su fachada un letrero que a mí me trae recuerdos. La casa, que es de esas de techos altos como antiguamente se construían, parece estar habitada pues en su último piso vi que tenían dos ventanas abiertas y en el otro piso, inferior, por una de las ventanas que estaba semiabierta se podía ver una cortina blanca. Lo que parece estar en desuso desde hace años (posiblemente muchos años) es la parte que junto a la acera era local destinado a labores mercantiles. En este local, y en un semisótano -si mis recuerdos no me engañan- tenían un almacén con grandes bobinas de papel. Era seguramente un almacén suministrador de papel a periódicos e imprentas de la ciudad. Naturalmente estos recuerdos (que son de cuando yo era muy joven) pueden estar algo distorsionados. Pero cuando el otro día pasé por la calle y volví a ver el letrero la memoria me llevó a aquellos tiempos lejanos, muy distintos de los modernos.

1 comentario:

  1. Es lo que tiene pasear las calles de nuestra juventud, que nos llevan más al pasado que al presente.
    Un abrazo.

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