domingo, 15 de septiembre de 2013

Desagradable

Fiel a su cita anual han vuelto al populoso barrio de Schamann las fiestas en honor de la Virgen de los Dolores. Ya están en el Parque de Don Benito los cochitos de choque, el carrusel y los chiringuitos; y el escenario está montado para los espectáculos que harán la delicia de chicos y grandes. En algunas calles han empezado a colgar gallardetes y banderas con los colores de siempre. Como todos los años las fiestas ya están aquí. Pero en este año, los festejos tienen un componente nuevo, desconocido hasta ahora, pues un suceso igual no lo recuerdan ni los más viejos schamaneros. 

El hecho es que el cura párroco (hombre al fin y al cabo que a lo mejor sufre de juanetes) pretendía acortar en unas cuantas manzanas las calles por donde tradicionalmente pasea la Virgen en su trono el domingo siguiente a su festividad. Esta decisión del cura tuvo enfrente a unos fieles (¿fieles?) que arrogándose la representación del barrio que nadie les ha dado hablaron por boca de todos. Hablar es un decir. Parece que el párroco no quiso recibirles y montaron un guirigay dentro de la iglesia con gritos e insultos (y hasta pusieron pegatinas contra el cura en la puerta del templo, según me dijeron) que hizo precisa la presencia de números de la Policía Nacional. El pobre cura sustituto -en ausencia del titular- no pudo celebrar la Eucaristía a la vista del follón que se había montado.

El Obispado ha dado la razón a los feligreses (¿feligreses?) y la procesión pasará por las mismas calles de otros años. Y se oirán vítores y rezos a la Virgen de los Dolores, señora del barrio, que no pocos dolores tendrá en el cielo a la vista de esta situación tan desagradable.    

1 comentario:

  1. ¡Qué barbaridad, y el obispo les da la razón! Las procesiones son un tipo de evangelización anacrónica que nace en la Edad Media, cuando la gente no sabía leer. Ahora existen otros medios y el imprescindible para todos los ámbitos es el respeto. Supongo que también en tu tierra, los más forofos de esas manifestaciones públicas son los que a lo largo del año ni siquiera entran en la iglesia, junto a aquellos que lo hacen para figurar vestidos de elegante. ¡Un disparate!
    Abrazos.

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