viernes, 28 de febrero de 2020

Santuario

En tierra de nadie, en el terreno polvoriento que quedaba entre el barrio de San Antonio y las Casas Baratas de Schamann había una pedrera. Cuando la conocimos ya no trabajaban en ella y tan solo quedaba, en forma de media luna, el boquete abierto a golpes de pico y de barrenos para sacar las piedras que eran un tesoro para la construcción. Años después, apareció por allí una pequeña cueva y los vecinos de El Polvorín Alto pusieron en la misma una imagen de la Virgen a la que rezaban y querían. Por no sabemos que causas, la cueva fue derruida o tapiada y entonces tales vecinos buscaron una solución. Encargaron una urna de aluminio y cristal que colocaron muy a la vista encima de lo que fue la pared de la pedrera. En ella, una imagen blanca de la Virgen es señora del paisaje. Nos dicen, que en las noches puede verse iluminada. Puede verse, muy de lejos, -nos aseguran- como un punto de luz y de fe, este pequeño santuario del pueblo llano y sincero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario