martes, 11 de febrero de 2020

La gaviota

La gaviota, como una turista nórdica de las muchas que llegan a nuestras playas se paseaba por la arena y por las rocas de Las Canteras. Se la veía feliz. Pasaba dando saltitos, sin volar, de la tierra al mar y de la mar a la arena. El día era para estar alegre como la gaviota, así que estuvimos un rato siguiendo sus idas y vueltas. Mientras la veíamos nos solazábamos con el agua del mar, transparente y fina. Era uno de esos días deliciosos, nuestros, y pensábamos que el agua parecía jaspe y que su única obligación entonces era la de reflejar para nosotros y para la gaviota los beneficiosos rayos del sol.

1 comentario:

  1. Describes un panorama idílico donde apenas sucede nada, pero ni más ni menos que en presencia del mar y de esa criatura que vive a caballo entre el mar y la tierra. Enhorabuena por la escena.
    Un abrazo.

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