miércoles, 31 de diciembre de 2014

Del otoño

Del otoño guardamos recuerdos casi imperceptibles en los días más fríos del invierno. Su llegada -la del otoño- es abrumadora en nuestra latitud pues se mezclan en los días finales de septiembre con los calores del verano y así continúa hasta casi finalizar octubre. No obstante, el otoño nos trae días cada vez más cortos, cielos más cenicientos, y sobre todo, con el otoño vamos viendo como cambia el color de las hojas de los árboles caducos y como éstas van cayendo como caen nuestros ensueños. A nosotros nos gustan las hojas caídas con sus colores ocres y amarillentos; y nos gustan también los trozos de ramas que caen y que se esparcen por el suelo. Juntas, ramitas y hojas, forman composiciones bellas. Son bellos exponentes de la maestría del Hacedor a través de la naturaleza.

Por ello a nosotros no nos gustan que recojan en los parques las lindas composiciones del otoño que podemos admirar sobre el césped. Recogidas que se afanan en hacer los laboriosos obreros de la limpieza quitando hojas y ramas que luego arraciman en sacos para llevarlas al estercolero. ¿Por qué no dejamos en la ciudades a la madre naturaleza hacer su oficio de artesana y dejamos intactos sus cuadros bellos?

Felicidad para todos en el Año Nuevo.
 

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