jueves, 21 de agosto de 2014

Oro líquido

En sol al ponerse más allá de Las Canteras quiso un día regalarnos oro líquido sobre el mar. Las gaviotas, ya en sus vuelos de recogida, vieron el espectáculo y batieron sus alas. Las barcas, adormecidas sobre la arena o balanceándose sobre las aguas, disfrutaron de lo lindo. El regalo del dios Helios no pudo ser mejor y así lo entendieron los cangrejos que buscaban cobijo en sus cuevas de Los Lisos, los erizos de La Barra, y los pescados que encantados subían a la superficie y gozosos volvían a bajar. El hombre y la mujer que por la playa paseaban sintieron estar conformes con la Naturaleza y cada uno con su Dios.

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