viernes, 22 de junio de 2018

Pareja

En nuestro deambular por la ciudad vemos con alguna frecuencia, a la puerta de un supermercado, una no tan rara pareja formada por un hombre y por un perro. El hombre, que puede tener algo más de cincuenta años, delgado, vistiendo pobre pero adecuadamente, lleva una mochila a las espaldas, quizás con sus pertenencias. El perro, sobre sus cuatro patas de pie o echado en el suelo es una muestra perfecta de docilidad y paciencia. A veces, solo a veces, hemos visto al perro jugar con el hombre tirando de la correa. Otras veces hemos visto al perro al lado de otro de sus congéneres. A veces, solo a veces, hemos visto al hombre haciendo un gesto como para pedir. Lo hemos visto, o lo hemos querido ver, porque pensamos: ¿qué hace, si no, un hombre en la puerta de un supermercado tantas horas, de pie?

Aunque, bien mirado, tal vez lo que hace es cuidar de alguna que otra mascota que le deja alguna señora clienta al entrar a comprar en el supermercado. Aquí pudiera estar la razón. Pudiera ser.

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