miércoles, 7 de enero de 2015

Enanitos

Son como enanitos del bosque, ellos y ellas. Llegan cada mañana en días de labor y se distribuyen por el parque para, cuidadosamente, cuidarlo... y mimarlo. Van con baldes y con rastrillos los jardineros; con grandes bolsas para las basuras los barrenderos; con herramientas varias los cuidadores. Ya no vemos a quienes con unas largas mangueras se ocupaban del riego: ahora, es el riego por goteo el que está instalado y algún enanito se ocupa de él. Con puntualidad de ingleses llegan, con sus máquinas bien afiladas, quienes cortan el césped una o dos veces al mes y lo dejan recién pelado, listo para revista. Algunas veces llegan otros con ánimo de cortar ramas, con el consiguiente alboroto de los pájaros, y dejan a los árboles cortaditos que es un primor. Cuando no, aparecen quienes se ocupan del mobiliario urbano, en especial del parque infantil para que los pequeños jueguen a gusto, sin sustos para los padres. 

El parque es grande y ellos y ellas, con sus uniformes de faena, no paran nada más que para comer el bocadillo -pequeño refrigerio- sobre las diez de la mañana. Luego la labor les llama nuevamente y con escobas o con hojas de palmera, con herramientas o con rastrillos, agachados o de pie, andando o cuidando una planta, siguen en su misión de mantener este lugar de asueto de los ciudadanos en un sitio óptimo para descansar.

Al verlos, al ver a estos enanitos -no del bosque, sí del parque- trabajar con denuedo pensamos que va siendo hora de que a ellos, a todos ellos y a todas ellas, el Ayuntamiento les conceda en comandita- el título de Hijos Predilectos en las Fiestas Fundacionales de la Ciudad.  

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