sábado, 4 de enero de 2014

Ya

Ha han pasado las fiestas de Navidad con sus villancicos y sus belenes. Ya han quedado atrás las fiestas de Nochevieja con sus brindis, voladores y lentejuelas. Ya solo queda que pasen los Reyes con sus regalos de ilusión. Luego la ciudad volverá a su aspecto habitual dejando atrás escaparates especialmente decorados y calles y plazas iluminadas con sus árboles y palmeras llenas de luz y de color. Todo será distinto. Se apagarán los ecos de las felicitaciones y de los parabienes. Y las bolsas con las compras de los regalos serán llevadas a los comercios para las devoluciones y cambios. Junto a ello vendrá tiempos de rebajas y regateos y una vez más nos llegará, ya, el anuncio del carnaval. La ciudad volverá a su ritmo lento, indolente, de calma, de aplatanamiento. Y yo seguiré paseando, esperando encontrar aquellos rincones únicos que la hacen mía. Nuestra.

1 comentario:

  1. Y con las luces de la Navidad, se nos apagará los deseos solidarios y fraternales, esos que precisamente iluminan la vida y debieran ser permanentes.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar