domingo, 5 de enero de 2014

Tortilla

Triana en la Noche de Reyes es un rebumbio de gentes. Gente que pasea, que se para, que sonríe, que se trasmite felicidad. Gentes que no se han visto, quizá, desde la Noche de Reyes del año último, del año recién finalizado. Hay en la calle de Triana y en los alrededores incontables bares y chiringuitos. Como por un casual han desaparecido las mesas de siempre de las tertulias amigas al ritmo lento de un cortado y lo que se puede conseguir en esta noche, eso sí, es una 'birra', una cerveza, o un vino, que el agraciado tomará de pie junto a los amigos, todos apretujados. Ya digo que esto es un rebumbio de gentes. Gente amable en una noche tranquila de buena temperatura ambiental pero sobre todo de buena temperatura humana. Se habla -se hablará seguramente- de lo humano y de lo divino en unas tertulias amigas -esta noche sí- al ritmo rápido de las voces quedas, de las risas suaves, de las felicitaciones sinceras.

Yo en esta Noche de Reyes he estado en Triana y para mi gusto que no había comido desde hacía muchísimo tiempo con tanto gusto una ración de tortilla española. La despachan en esta noche, según tradición desde 1985, en uno de los bares de una de las calles que nos llevan a la de Triana. Y estaba la mía -la tortilla- rica, rica, buena, buena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario