sábado, 9 de mayo de 2020

La herida

Hemos visto en un árbol del parque una cicatriz de herida reciente que a nosotros nos ha dejado heridos también. No es herida suave, de corte fino de profesional de la jardinería, sino que es como una mordida que ha cercenado una de sus ramas. Quién lo hizo, quién le hizo el daño, es posible que quisiera proveerse de unas astillas que le ayudaran a encender el fuego de la hoguera de su rabia.  O quizá pretendía hacerse unos mondadientes para la limpieza de sus dientes de fiera sedienta de maldad. No sabemos. Quizá. Ahí ha quedado el pobre árbol al que le falta un trozo de sí mismo, mutilado, sin tener más pecado que el de estar dándonos frescor y sombra. La naturaleza humana no se entiende; puede ser grande pero puede llegar a ser ruin. Algo de locura habrá en este pretendido arboricidio.



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