domingo, 12 de enero de 2020

Casonas

El Belén que tuvimos la oportunidad de gozar estas pasadas Navidades en el Parque de San Telmo tenía como elementos decorativos unas grandes edificaciones. Eran, podemos decir, unas casonas señoriales. O casoplón, que es palabra que está de moda. Lejos han quedado al parecer las casitas chiquitas, los riachuelos de papel platina, las ovejitas, los diminutos cochinos, los patitos en los trozos pequeños de espejo simulando estanques, las nubes hechas con algodón... En este Nacimiento de ahora todo parecía descomunal y así una casa era como veinte veces el tamaño de uno de los pastores. No sabemos el porqué pero parece que ya no nos van las cosas sencillas y que los paisajes al alcance de los niños pequeños que se acercan de manos de los mayores a intuir que algo grande se ha producido, han quedado para el recuerdo de los abuelos. Ya ha pasado la Navidad, y las figuras de los personajes sagrados, de los Reyes y de los pastores con las ovejas, de los aldeanos con sus aperos y las palmeras y las casas han pasado a dormir hasta el próximo año. Veremos si en la espera, las casas encogen un poco.  

1 comentario:

  1. Es triste esta situación de las figuras del Belén, ahora en una vieja caja de embalaje en el trastero.
    Un abrazo.

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