viernes, 26 de octubre de 2018

Mañana

Llovió con intensidad durante la noche y en las horas anteriores del mediodía. Luego, escampó aunque las negras nubes por las lomas de Los Giles y de más arriba no presagiaban nada bueno. Habíamos ido a la playa para recrearnos con la lluvia cayéndonos encima mientras caminábamos por la avenida y la aventura nos salió rana. Así y todo disfrutamos como siempre que vamos a Las Canteras. La playa tenía un aspecto distinto al de los días soleados. El agua caída había dejado en la rubia arena un color distinto, más tostado, como de millo recién molido y mojado. Hasta llegar a la zona de los surfistas en que la arena negra quería hacer competencia a la negrura de las nubes. Gracias a que, por arriba de La Isleta, unos jirones nos recordaba que el azul de nuestro cielo, cuando lo permite la panzaburro, es de un color intenso, diríamos, apasionado. 

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