lunes, 3 de noviembre de 2014

Un buen día

Un buen día, hace algún tiempo, a quienes regían los destinos de nuestra Ciudad en la Coporación Municipal se les ocurrió la idea de instalar sendas escaleras mecánicas en dos de los barrios 'risqueros' que por aquí tenemos. Y fue pensarlo, debatirlo, y hacerlo: presupuestaron, convocaron, adjudicaron, y las escaleras fueron colocadas con el alborozo correspondiente de vecinos y, sobre todo, de las autoridades municipales. No sabemos, si se cortaron cintas y mucho menos si acudió una banda de música para amenizar el acontecimiento. La verdad, no nos hubieramos maravillado por ello. (Tiempos felices aquellos en que todo se inauguraba de esta guisa). Lo que si sabemos -o creemos saber- es que a lo mejor se olvidaron los ediles de algo tan simple como que estos artilugios necesitan un mantenimiento. Y por ello -queremos pensar- las escaleras no funcionan siempre; por el contrario, al parecer, no funcionan casi nunca. Nos da ello en la nariz, pues cada vez que pasamos junto a una de ellas la vemos más parada que el caballo de un fotógrafo, sin dar el servicio para las que fueron diseñadas.

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