viernes, 24 de octubre de 2014

Calor

Al volver tras unas semanas en las que anduvimos por lugares que están por esos mares afuera, nos recibe el desagradable calor, anormal para estas fechas, de la medianoche del martes al miércoles. Pensamos que una pandilla de dragones se habían confabulado para volcar sobre la isla el fuego infernal que sale, cuando ríen, por sus bocas. Y es que no era para menos: 28 grados; tal como cualquier día de verano en Las Canteras. Nos enteramos también del aguacero caído el fin de semana último que por poco se lleva casas y enseres hasta la marea. (Y que causó la muerte de una pobre señora). En el aguacero, se llevó la peor parte Tenerife aunque tampoco fue floja el agua -y los destrozos- en la zona de La Aldea. En fin, tiempo revolucionado tan solo a un mes de iniciado el otoño, que por lo que se ve viene con ganas de juergas. Hacemos votos, y decimos: "Ojalá llueva como Dios manda y se nos llenen las presas". Que así sea.

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