viernes, 6 de junio de 2014

Visitas

La Virgen del Pino, en la catedral de Santa Ana, está ilusionada con las visitas. Y no es para menos pues miles de fieles se acercan diariamente a verla y a quererla. Bajó la Virgen el sábado, en loor de multitudes, y desde entonces es continuo el reguero de personas de toda condición y edad que cuesta arriba por la calle Obispo Codina va a contarle alguna pena o a pedirla alguna gracia. ¿Qué contará cada hijo a su Madre en esos encuentros? ¿Qué de necesidades, de anhelos, de penas o de alegrías de todo tipo no saldrán de sus corazones? La Virgen con el Niño en brazo acoge a cada uno de los peregrinos que a Ella llega, ahora sin necesidad de ir a Teror. La Virgen, todos lo saben, todos lo sabemos, está en Las Palmas y por ello desde las parroquias se organizan los fieles para ir a visitarla y desde los colegios parten niños con sus maestros, ilusionados con la excursión; hemos podido ver a unos y a otros pero, cómo no decirlo, lo que más nos ha alegrado y sorprendido es la presencia de tantas personas mayores, mujeres y hombres, que van a la catedral, se sientan ante la Patrona a la que a lo mejor hace mucho tiempo que no han visto y, medio adormilados tal vez, cuentan a su Virgen sus cuitas desde lo más profundo de sus corazones.

1 comentario:

  1. La oración, Ángel, es un momento de intimidad del que poco podemos saber, salvo de nuestras propias experiencias, un momento de recogimiento que tiene vital importancia para la fe de cada individuo, por primaria que esta sea y que nadie puede ni debe juzgar.
    Un abrazo.

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