Un hormiguero
Observábamos en el tronco de un árbol subir y bajar, en línea como ellas suelen, a unas hormigas diligentes que iban a sus cosas. Seguramente hacían acopio de comida para el invierno que ya está cerca, pensamos. Al rato, como por ensalmo, (ale hop) todas desaparecieron. Y buscándolas, buscándolas, dimos con el hormiguero, un hueco en un nudo grotesco y surrealista que había en el susodicho tronco del árbol. Seguro que, imaginamos, hacendosas y eficientes, estaban dentro, en sus cámaras y recámaras, colocando las viandas que habían conseguido reunir en sus supermercados tan particulares. Y pensamos qué grande es el mundo chico de la grande naturaleza.
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