viernes, 18 de agosto de 2023

El pelo y sus peladas.


Tiempo hubo en que a los hombres nos pelaban al rape cuando íbamos al cuartel. A las mujeres no, pues ellas tenían la llamada Sección Femenina y aquí no las rapaban. (Ya lo habían hecho con profusión  durante la guerra, pero ello es otra historia). Lo cierto es que tuvimos un tiempo las mujeres y los hombres en que ni por asomo podíamos pensar en pelarnos a nuestro gusto con esta diversidad pasmante como la que existe hoy con la facilidad que nos prestan tantos centros en los que hacen florituras con nuestros cabellos. En aquellos años las cosas eran distintas: recordamos tan solo una peluquería (la de Pinocha, en Schamann) y otra en Triana muy afamada, creemos que de Juanito el Peluquero. Todo ha cambiado para mejor, hasta las cabezas. Supongo que alguien, algún día, hará un estudio sociológico sobre ello.

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