sábado, 10 de septiembre de 2022

En tierra adentro


En tierra adentro vemos un faro y nos maravillamos porque aquí, en donde está, hace muchos años que casi no llueve ni tampoco llega la marea. Cierto es que hace tiempo, cuando llovía (si no mucho, sí con regularidad) en la zona había un barranquillo -el de Las Rehoyas- que bajaba con agua achocolatada y que iba a sumarse al de Mata que baja paralelo al Camino Nuevo, hoy bajo una tapa de cemento, Un faro sin agua que alumbrar y sin barcos que guiar, sin un optimist ni un bote de vela latina, ni nada. Un faro que es lugar de esperanzas según leemos, y que está en un local en una calle que tiene nombre de santa, y que es, el local, seguramente, lugar de encuentro de personas con necesidades del alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario