sábado, 2 de abril de 2022

Cochitos de choque


Chocar, de mentirijilla, montado en un cochito de choque con otro igual es una experiencia suave. Salvo que el choque sea inesperado. Entonces nos sube la bilirrubina o lo que sea y sentimos ganas de coger al contrario y ponerlo a caldo. Los cochitos de choque ¿quién no los conoce? nos han acompañado durante años en las ferias y en las fiestas de pueblos y de barrios. Hoy no sabemos pero nos da que han caído en desuso salvo en sitios de gente inteligente que los hay. Por todo ello nos llena de ilusión ver cochitos chiquitos para niños que suben a ellos emulando a los participantes de los más afamados Fórmulas Uno del mundo. Ellos y ellas, los renacuajos, dándoles al volante para acá y para allá y quedándose atorados las más de las veces disfrutan, no hay más que verlos, como auténticos campeones.    

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