Farolas

 

Domingo J. Navarro en su "Recuerdos de un Noventón" y Luis García de Vegueta en "Nuestra Ciudad", nos cuentan, cada uno a su manera, de cuando la ciudad recibió el milagro de la luz eléctrica en las postrimerías del siglo XIX. Si el segundo se entretiene hablándonos de la Fábrica de la Luz que se construyó en la Plaza de la Feria (donde hoy está la Delegación del Gobierno), don Domingo José nos narra lo que tuvo que batallar un patricio de los de antes para conseguir, entre otras cosas, colocar farolas en algunas calles. Nos acordamos de ellos dos viendo las farolas (que se parecen a las tradicionales como un huevo a una castaña) que nos han endilgado desde el Ayuntamiento capitalino en las Ramblas de Mesa y López por mor de la metroguagua. Nada que ver con las farolas señoriales o pintorescas que nos han acompañado en calles y plazas durante más de un siglo. Éstas de ahora -las de las Ramblas, junto a las de la Avenida de Las Canteras de hace unos años- han venido a romper el molde. Bienvenidas sean.