Tengo en mis manos un pequeño tesoro literario. Vino a mí prestado -como otros- por la biblioteca de nuestra Universidad y con el estoy gozando de lo lindo pues su autor, Juan del Río Ayala, amante de la historia de Canarias (y de Gran Canaria en particular, casi seguro) nos hace sentir profunda emoción por lo nuestro en esta pequeña obra suya, de 1955, titulada La flor de la maljurada. Y, además, este pequeño libro que tanto me ha entusiasmado tiene entre sus hojas dibujos de geniales pintores suficientemente conocidos: Jesús Arencibia, Carlos Morón, Sergio Calvo, Antonio Padrón Rodríguez y Manolo Millares.
Lo leo y releo con devoción. Supongo que solo se podrá conseguir, con suerte, en librerías de viejo, por lo que y hasta ganas me dan de no devolverlo. Juzguen ustedes. Entre sus poemas podemos leer aquel tan conocido, pues lo hicieron canción, que comienza:
Noche de San Juan bendito,
alumbrada por hogueras,
ecos de las caracolas
rodando por las laderas.
La bruja por esta noche
no tendrá en qué cabalgar:
que le quemaron la escoba
que barría en el pajar.
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