Leemos cosas nuestras, de escritores de aquí mismo, de tiempos pasados, y nos sorprendemos al encontrar pensamientos, sentimientos y situaciones de personas que caminaron por donde nosotros ahora andamos. Hemos leído en estos días un libro sumamente interesante: Saulo Torón, prosista. Quince textos exhumados, es su título y su autor Antonio Henríquez. Lo que este último dice es interesante, pero, lo que a nosotros nos ha llenado de nostalgia y felicidad es saber lo que dejó escrito Saulo Torón de las gentes de su tiempo, tiempo del que ahorita mismo se van a cumplir los primeros cien años.
Veamos, por ejemplo, lo que Saulo, poeta al fin y al cabo, opinaba de Las señoritas del campo: A ellas les decía:"Muchachitas del interior, sanas e ingenuas como las brisas de vuestros campos, no vengáis a la ciudad. Vuestra saludable pureza se enrarece y aminora al contacto de su ambiente. Más que estas calles febricientes y aturdidoras, donde el tráfico mercantil empobrece las almas y embrutece las inteligencias, amad vuestras campiñas, la santa quietud de vuestras campiñas con sus jardines floridos y sus rosas perfumadas. Más vale una de vuestras rosas que cualquiera de los corazones que aquí veis; más vale un rayo de sol dorando la cima de vuestras montañas que la algarabía de luz y oro de estos escaparates. ¡Muchachitas del interior, no vengáis a la ciudad!"
¿Qué consejos les daría, Saulo, escritor y poeta, hoy?
sábado, 23 de enero de 2016
martes, 5 de enero de 2016
Conciertos en Navidad
En la bien iluminada iglesia de la Virgen de la Luz -con luces en consonancia a la magnificencia de Nuestra Señora- disfrutamos de dos conciertos en los días cercanos de la Navidad. En el primero nos deleitó con música de películas, y villancicos varios, la Banda Municipal de Música de Las Palmas de Gran Canaria, que inundaba el templo, y a nosotros, de íntima alegría. En el segundo, un grupo de artistas del bel canto fueron turnándose para ofrecernos como solistas, o en dúos o tríos, y también todos juntos en algunas de las composiciones, una velada lírica en la que pudimos escuchar canciones varias en las voces de las sopranos, de los tenores y del barítono, (con la música de piano que les acompañaba), entre las que no podían faltar clásicos villancicos tales como la Canción del tamborilero, Adeste fideles, Navidades blancas y Noche de Paz.
Todo ello nos proporcionó aquellas sensaciones de recogimiento que el templo, convertido en lugar de bella musicalidad, nos dio como regalo navideño.
Feliz 2016.
Todo ello nos proporcionó aquellas sensaciones de recogimiento que el templo, convertido en lugar de bella musicalidad, nos dio como regalo navideño.
Feliz 2016.
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