viernes, 30 de agosto de 2013

La moneda

Encontré en el parque entre hojas muertas y tierra una moneda. La pobre moneda que sirvió en muchos momentos, seguramente, para pagar el pan de quien la portaba está hoy también muerta. Está ajada, destrozada. Lo único que aún sigue como era es el espacio vacío de su centro: agujero pequeño que le hicieron tal vez para que alguien pudiera ver el mundo. La llevo a casa y la estudio ayudándome con una lupa. Algunas letras de la palabra España  pueden leerse. El año de su puesta en circulación presenta dudas: 1989, parece. Lo que sí se ve claro es su valor (el valor que tuvo) de 25 pesetas. Vivió tiempos felices la moneda, cambiando de mano en mano, en aquellos años que ya nos resultan tan lejanos, en que la peseta, la 'rubia' era nuestra moneda. Hoy la siento triste en mi mano, como si el tiempo pasado entre la hojarasca del parque, ignorada por todos, lo hubiese pasado recordando cuando era princesa.

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