lunes, 30 de diciembre de 2024

Ausentes


Hemos estado en el Parque de San Telmo y hemos dado la vuelta según costumbre alrededor del Nacimiento. Hemos visto casas grandes y otras muy grandes y algunas pequeñas. No faltan las palmeras y hasta un almendro en flor luce el blanco de sus flores. Hay animales y hay mujeres y hombres y está por supuesto el Belén con el Misterio del Nacimiento del Niño Dios. Pero notamos que los Reyes, los Magos de Oriente están ausentes. Terrible cosa. Qué pensarán los niños y niñas que con sus mayores acuden a ver este Nacimiento en el que pueden ver hasta una playa con mucha espuma en el agua y barcas y pescadores pero en el que no ven a sus amados Reyes. ¿Cómo compensar el desencanto de los pequeños? ¿Con qué argucias les calmarán sus papás el desconcierto de sus pequeños corazones? ¿Llegarán los Reyes a tiempo?

domingo, 22 de diciembre de 2024

Arcángeles

Ángeles o Arcángeles, Querubines o Serafines o puede que otros seres celestiales de los nueve coros que dan gloria al Señor han venido a nuestra ciudad para glorificarle.  Con nosotros están en estas Navidades y los podemos ver tocando trompetas en son de aleluya en nuestras calles, plazas y avenidas. Están ellos, Ángeles o Arcángeles, contentos por el Nacimiento del Niño Dios y esparcen con sus alas, que baten el viento, bendiciones para todos.

viernes, 20 de diciembre de 2024

Castañas

Hace años, cuando en el otoño comenzaban los primeros fríos, se abrían por aquí y por allá los puestos de castañas asadas con su calor de lumbre. Los recordamos en alguna esquina de dos calles y vemos a una mujer (quizás siempre era una mujer la castañera) con su hornillo encendido y el caldero encima con las castañas asándose. Hoy es distinto pues una caseta como las de feria recoge el testigo y junto a ella un hombre espera paciente a que vengan los clientes. ¿Despachará él las castañas en un cucurucho de papel, como entonces se hacía?

lunes, 16 de diciembre de 2024

El burro

El burro, con las alforjas y el carro del que tira lleno de lana, rebuzna; las gallinas cacarean; las vacas mugen; los hombres del campo trabajan y las mujeres dentro de casa cuida de los hijos y charlan. Como la vida misma, pensamos. Como la vida que refleja el Nacimiento del Cabildo en su Casa Palacio en el que falta el río o al menos el agua barranco abajo. Lindo Nacimiento con un fondo de nuestra cumbres con el roque Nublo y el Teide allá a lo lejos. Como la vida misma, imaginamos.

sábado, 14 de diciembre de 2024

La noria


La noria y otros artefactos pueden hacernos gozar de estas Navidades desde las alturas. Vemos la noria y el tren bala y se nos congela el corazón pues ya no estamos en edad de aprovechar para diversión estos artilugios. Lo nuestro, ya, son los cochitos de choque (guardando la velocidad permitida y las señales de tráfico). Pero bien cierto es que nos gustaría estar allá arriba y desde alli ver chiquititos a los paseantes que en tromba acuden al parque de Santa Catalina pues en éste, además de los carruajes de feria se pueden entretener con los sustos del Halloween o volar dentro de una cárcel particular. Y eso sin olvidarnos de lo que podrán comprar que sea comprable en un montón de casetas que por aquí y por allá se desparraman para gozo y solaz de los ciudadanos. Así que, a divertirse al Parque.

jueves, 12 de diciembre de 2024

La casa

La casa está en La Isleta. La vimos por casualidad al ir a comer por la zona, y nos sorprendió su balcón. Por ello, por ser tan linda, la traemos aquí. Es chiquito el balcón como pequeña es la casa como pequeñas eran las casas del barrio en tiempos pasados. En tiempos irremediablemente pasados. Hoy, las casas nuevas no tienen aspecto de hogar pues son bloques de apartamentos, de viviendas. Antes, sí. Por ello se nos fueron los ojos a ésta que es hermosa en su pequeñez y ahí está el balcón para atestiguarlo con su balaustrada preciosa. Balcón pequeño de finas líneas suavemene onduladas, de tan buen ver.

sábado, 7 de diciembre de 2024

Ovejas

Hace unos meses pusieron en la Casa Palacio del Cabildo Insular unas grandes y hermosas fotografías en honor y recuerdo a una de las costumbres ancestrales de la isla cual es la trashumancia. Estuvieron las fotos a pie de calle así que pudieron ser vistas por miles de personas que hoy unos y mañana otros pasaron por allí. Llamaban la atención pues ya decimos que eran preciosas. En ellas podíamos ver trozos de nuestra isla con senderos -al aire libre, valga la redundancia- por los que pastores acompañaban a unos hermosos rebaños de ovejas en sus viajes cumpliendo así los ritos de la trashumancia: ahora para allá en busca de pastos y pasado el tiempo el viaje de regreso 'a casa'. Lindas fotos, bellas estampas, magníficos animales, esforzados los pastores. De la Gran Canaria.


jueves, 5 de diciembre de 2024

Bandera roja


Hoy hemos vuelto a ver la bandera roja ondeando en Los Muellitos en la punta del pequeño dique que se interna en el mar. Con ella saben los que vienen a surfear por aquí, tan cerca del Auditorio, que la mar está encrespada y que es necesaria la responsabilidad para con nosotros mismos. Hoy, mirando la bandera y más allá las olas, hemos sentido la fuerza y nos hemos quedado admirado de la inmensidad de la marea que se abre hasta el horizonte, pero hemos sentido a la vez admiración por quienes luchan y dominan las olas y con éstas se entretienen. 

sábado, 30 de noviembre de 2024

El castillo

El castillo de San Cristóbal, por lo pequeño, es una monada. Se encuentra en el antiguo barrio marinero y resulta confortable su contemplación sea con marea alta como con marea baja. En este último caso el minúsculo bastión lo vemos con las piedras de la marina por delante de su redonda anatomía, exultantes de agua. Entonces parece que podríamos cogerlo con el puño, dentro de los cinco dedos de una mano. Con la marea alta por contra, las olas juegan con él acariciándolo. Caricias que revierten en nosotros dentro del alma.  

miércoles, 27 de noviembre de 2024

Tapices




Parecen alfombras colgadas o tendidas para orear, pero son más bien lindos tapices que se abren a nuestra vista. Están por donde la circunvalación a la ciudad un poco más abajo del Hospital Doctor Negrín. Son tapices en los que habilidosos jardineros juegan con hojas de plantas de diferentes colores y tonalidades creando conjuntos armoniosos. Justito ahí, a nuestra vista, para nuestro deleite.

domingo, 24 de noviembre de 2024

En Miller


En la trasera del Edificio Miller por donde está la escultura de Juan Rodríguez Doreste, en su segundo piso, había una escuela de baile. Por ello, con cierta frecuencia veíamos subir las escaleras a unas jóvenes bailarinas o con promesas de serlo. La tal escuela ya no está. Nos lo dice cosas arrumbadas en el piso bajo junto a la puerta de entrada y unas macetas con plantas, bonitas en un tiempo, todas despanzurradas. Tan sólo queda un letrero con el nombre de la academia y, casi de milagro, una fotografía con dos muchachas con sus uniformes puestos y postura de bailarinas consagradas. Quizá, sólo es quizá, se han mudado a otro sitio y en éste siguen cultivando las simientes de lo que en su día serán espléndidos frutos. Quizá, estas chicas, pasado un tiempo, nos deleiten con sus movimientos artísticos en un gran teatro.

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Calle Perdomo


Terminamos nuestro paseo de la tarde y ya de noche subimos por la calle Perdomo en busca de la guagua. Como nos pasa siempre que transitamos por aquí (por la zona del viejo barrio de Triana) a estas horas, nos entró un extraño sentimiento de nostalgia. Es como estar en una calle desierta con el silencio como acompañante. Casi nadie transita por aquí, quizá alguien despistado como nosotros solos o acompañados. Los coches, quietos, esperan la siguiente mañana mientras las farolas iluminan las fachadas. Un poco más arriba, vemos la espadaña de la iglesia de San Antonio; iglesia con su fachada en la que lucen piedras de cantería azul. Más allá, en la loma, lo poquito que han dejado al "descubierto" de los Riscos. Del risco de San Nicolás o de San Lázaro o de San Bernardo. De los amados Riscos de siempre.  
 

lunes, 18 de noviembre de 2024

Los dados


Junto al barrio de San Cristóbal allá por donde termina la larga avenida marítima que da al este tuvieron que hacer obras en la escollera debido a algunas subidas de la marea, quizá por aquello del cambio climático. Quienes fueran que tuvieron la decisión de hacerlo, cambiaron en la escollera los clásicos tetrápodos que nos han acompañado durante tanto tiempo por unos cubos puestos por aquí para que jueguen a los dados los gigantes marineros. Sea como fuere, lo cierto es que poco tardaron los amigos de la pintura en pasar por estos andurriales y pintar con puntos, que no con números arábigos, algunos números del 1 al 6. Hemos visto un dado con el 2 con dos puntos naturalmente, y el 5 con cinco, y el 6 con seis. A lo mejor los otros números están por ahí escondidos o se han ido de guateque.
 

sábado, 16 de noviembre de 2024

Mono


Mono, remono, requetemono. U orangután, vayamos a saber. Lo hemos visto por la barriada de Guanarteme que buenas cosas tiene y mejores nos ofrece. Está ahí en su jaula viendo pasar el tiempo. Nuestro tiempo. Con ojos relucientes y una media sonrisa o una sonrisa entremedias. Cualquiera sabe. ¿Qué pensará el señor mono viendo pasar a las gentes que por enfrente de él pasean con sus alegrías y sinsabores, con sus prisas y sus paciencias? Es un mono sabio, se ve. No hay más que fijarse en su presencia. Y en su testa de vejete encanecida por años y años de nobleza.

martes, 12 de noviembre de 2024

Violeta


Una buganvilla preciosa, de color violeta o malva, encontrábamos junto a la parada de la guagua y hacia ella se nos iban nuestras miradas. Era robusta, casi maciza, fenomenal. Estaba y sigue estando, aunque no tan florida, en un parterre de la que era y es dueña absoluta. Ha perdido algunas hojas pero ahí sigue presumiendo de sus colores. Colores que le da la madre naturaleza y que no sabemos nombrar quizá porque no podemos definir la belleza. Linda buganvilla, preciosa, de color malva o violeta.

domingo, 10 de noviembre de 2024

La Cueva


En los años del boom  turístico por el Parque de Santa Catalina, la calle Ripoche y otras calles cercanas, en Las Canteras había lugares de diversión para turistas y nativos, conocidos todos ellos, es de suponer por los noctámbulos de entonces. Uno de estos sitios que nosotros conocíamos no más que de oídas era el club (o lo que fuera) al que llamaban La Cueva en los bajos de un edificio de la Avenida. Nunca llegamos a ir y tampoco tenemos por seguro que fuera como decimos pero nos atrevemos a asegurar que un local que está hoy en día fuera de servicio, desde hace mucho tiempo, del que tan sólo vemos la puerta  cerrada con candados y con herrumbre es o más bien fue, tal club nocturno. Alguien podrá atestiguarlo, creemos.

viernes, 8 de noviembre de 2024

Cuceros


En el Muelle de Santa Catalina podemos ver cada semana, en época de cruceros, estos grandes hoteles flotantes a los que llamamos oportunamente, como debe ser, Cruceros, los cuales se mantienen, no sabemos cómo, a flote, en las tranquilas aguas de la bahía invitándonos a su contemplación. Éste, el de la foto, lo vimos, majestuoso, en la pasada noche en la que paseábamos por allí. Elegante y robusto. De su chimenea salía un humo blanco que posiblemente fuera una despedida a la ciudad y a estos muelles que los acogen con regularidad.  

martes, 5 de noviembre de 2024

Un asiento

Un asiento, en Triana. El asiento para el trasero, en el suelo. El respaldo en la pared. Vemos este asiento ocupado casi todos los días, en nuestros paseos por la calle Real, y nos preguntamos cómo puede un ser humano estar ahí, sentado con las piernas estiradas, horas y horas, expuesto a la conmiseración y a la buena voluntad de las gentes. Las gentes, las buenas gentes, todas las gentes, pasamos junto a él y ya ni le vemos. Quizás, hacemos un gesto de desaprobación porque podemos tropezar con sus piernas o, porque, ¡vaya usted a saber qué hace ahí sentado ese hombre! Esta situación, junto a la de otras personas pidiendo de mesa en mesa en las terrazas de Triana y de Las Canteras, nos llena de dolor y de vergüenza. 

miércoles, 30 de octubre de 2024

Curvilíneo


Es un banco que tiene forma sinuosa y por ello decimos que es sinuoso o que es curvilíneo que suena más fino. O sea, hablamos de un banco que tiene poquitas lineas rectas y sí tiene líneas curvas. Muchas curvas. Y nos gusta por ello. Y por ello, cuando paseamos por la Avenida de Las Canteras nos sentamos en él a disfrutar del sol y del aire marino. Es una pena que no tenga respaldos porque entonces nos vendría bien para echar una siesta. Pese a ello, en las horas del atardecer con la gama de colores de toma el cielo en el horizonte es una delicia aprovecharlo y olvidarse de los males de todos los tiempos. 

lunes, 28 de octubre de 2024

Poema del Mar




El Acuario Poema del Mar ha puesto sobre la Avenida de Las Canteras una interesante y bien montada muestra de los ejemplares que atesora. Están en unos soportes con bellas fotografías, que suponemos no deja indiferente a nadie, y en tres de sus cuatro lados verticales podemos ver algún raro pez o un molusco o lo que sea, invitándonos a visitar las instalaciones del Acuario para gozar de ellos en persona. Pero, lo que nos ha llamado la atención es un detalle: en el cuarto lado podemos ver una fotografía (linda fotografía hay que decir) de un lugar de nuestra ciudad o de nuestra isla, Gran Canaria. Es una forma de agradecernos a los canarios, suponemos, el tener un sitio emblemático en la bahía, inmejorable, donde lucir su interesante colección de animales marinos.   

jueves, 24 de octubre de 2024

Cho Juaá


Hace bien poco pusieron en carteles en la Avenida de Las Canteras y en otros lugares de la Ciudad viñetas de Cho Juaá por el centenario del nacimiento de su autor Eduardo Millares Sall. Nos pareció una idea excelente y confiábamos que, siendo multitud los chistes de este personaje equiparable tal vez tan sólo al genial Pepe Monagas, podríamos ir viéndolos semana tras semana durante bastante tiempo. Pero, nuestro gozo fue un pozo, y ya no queda -al menos en Las Canteras- ni el recuerdo. Ignoramos el porqué de la desbandada. Con desconsuelo hemos visto que han desaparecido y por ello hemos de dejar las sonrisas quietas y llorar por la pérdida con las gaviotas, que quizá éstas si sepan las razones del desamparo.

domingo, 20 de octubre de 2024

Támbaras

A su tiempo, llegan las támbaras doradas brillando con luz propia. Las hemos visto en algunas de las palmeras que están en el Paseo de Chil y nos han dado ganas, como siempre, de tirarles piedras a ver si caen para comérnoslas. Es lo que hacíamos de chicos: nos las comíamos y nos quedaba en la boca el regusto medio dulzón y medio ácido del fruto que nos parecía prohibido. Eran tiempos de gazuza y en los terrenos libres de la ciudad -todo era campo- aprovechábamos las támbaras y los exquisitos tunos indios. Y con ellos merendábamos, con támbaras, tunos y gofio; con gofio, aceite y azúcar.

miércoles, 16 de octubre de 2024

Un libro


Don Juan Negrín (en su escultura) llevaba el otro día un libro bajo el brazo que casi no se podía ver por la gordura del gabán que el gran hombre viste. Nos quedamos preguntándonos si era un libro de medicina o era de política pues en una y otra materia destacó él en su vida para bien o para mal. Nació nuestro hombre en la calle Triana y en ésta, esquina a la de San Pedro, un grupo escultórico le recuerda. Es un grupo sobrio y elegante. A unos gustará y a otros llevará a malos pensamientos. Lo cierto es que ahí estaba el político, el médico e investigador, con el libro bajo su brazo izquierdo. ¿Libro de política, de historia, de medicina? Difícil será el saberlo. 

domingo, 13 de octubre de 2024

Una planta

Una planta, una entre montones de ellas, crece en el pequeño espacio que se puede encontrar entre la avenida y la acera. La planta, que es linda, está llamada a ser arrancada. ¿Cuándo? Cuando el servicio de limpieza quiera. Mientras, seguirá ahí creciendo libre en su inocencia. Por algún motivo, ¿desidia, dejadez, falta de medios? no ha sido arrancada aún y pensamos, y pedimos que no nos juzguen mal por ello, que algo bueno habíamos de tener en el desbarajuste del servicio de limpieza del Ayuntamiento y en el poco cariño de alcaldesa y concejales por la Ciudad que a ellos eligió para gestionarla. Pues es planta bonita aunque pequeña.


jueves, 10 de octubre de 2024

Un lienzo


En el pavimento de la calle Triana hay un punto agraciado que tiene la virtud de convertirse en  lienzo. En él, en el lienzo, podemos ver a veces un estupendo trabajo de alguna artista que quizás como turista ha arribado a nuestra isla. Su género preferido es el retrato y a ella vemos durante días enfrascada en su trabajo dejando en el suelo la cara de  alguien que no sabemos quien es. Suponemos, y ello es factible, que sea algún familiar o amigo o amiga que quedó allá en su tierra mientras ella, la artista, se vino para acá en busca de aires nuevos. Sea quien sea, lo cierto es que podemos verla -en este caso con sus ojos vivos y su amplia sonrisa, en la calle Mayor, para gozo y disfrute de los paseantes.

domingo, 6 de octubre de 2024

Sauce llorón


Podría ser un sauce llorón mas no lo creemos pues nos falta el río. Nuestro árbol, sauce o no, está en el parque cercano a casa y es una preciosidad con su porte y sus ramas bien distribuidas. De éstas, de las ramas, caen hasta el suelo, cual cortina semitransparente, hojas y más hojas que cuelgan y se entremezclan. A través de la cortina, vemos las casas de enfrente. Es un regalo de la Naturaleza que tan bien se porta con Canarias y, aunque no sabemos si es un endemismo o si es un árbol autóctono lo tomamos como nuestro y quisiéramos ver otros muchos como éste en parques y jardines de la ciudad. Es una belleza sin igual y lo más probable es que aunque pase desapercibido por la gente todos los que por aquí pasean sientan su presencia, su bondad y su elegancia. 

martes, 1 de octubre de 2024

Escultura

En el alcorque una palmera y una escultura. La palmera, tal cual. La escultura no es escultura. Qué pena, podría serlo pero es tan solo un revoltijo de cachos de piedras o de bloques que dan la sensación equivoca de ser de mármol pulido. Las vemos a diario en nuestros paseos, a la palmera y a la escultura que no es escultura. Nos recreamos en ellas. Sentimos nostalgia de otras obras iguales o parecidas a lo largo y ancho de la ciudad. ¡Qué linda que resulta la escultura! Nos asombramos del sentido escultórico del artista consagrado, de su arte y de su entrega y festejamos la idea del concejal que propició la instalación de semejante obra única en el arte universal. 

jueves, 26 de septiembre de 2024

Espanzurrá


En el asfalto de la avenida hay una paloma espanzurrá. Seguramente la pobre murió atropellada por un vehículo y luego el paso continuo de guaguas y coches sobre su menudo cuerpo hizo el resto. Espanzurrá. ¡Qué horror! Nos enseña la paloma la futilidad de la vida. Cuán poco valemos y cuanto presumimos. Ahí está tras su último vuelo, tan grácil, tan bonita, tan elegante en su caminar...

sábado, 7 de septiembre de 2024

Más palomas

Las Canteras, queriendo quitarle el nombre a su hermana mayor del sur de la isla, tiene más palomas de las que debiera, según algunos. Algunos pocos o algunos muchos, vaya usted a saber porque son las palomas unos animales que nos acompañaban en nuestros años de niñez y de juventud en los muchos -muchísimos- palomares que en la ciudad había desde los Riscos hasta la Isleta sin olvidarnos de los que estaban en las casas de la Ciudad Alta. Pues bien, estas adorables aves (si no fuera que son unas 'jediondas' que estropeaban hasta la fachada de la Catedral)  han encontrado lugares de refugio en la Avenida de Las Canteras, comiendo -no es un decir- en las mesas finas de los finos comensales del país o nacionales y extranjeros de p'afuera que nos visitan. Quizá unos palomares bien distribuidos serían la solución. Claro, manteniendo a las palomas en sus adentros en las horas de los aperitivos y almuerzos.

jueves, 5 de septiembre de 2024

Palmerita

Una palmerita, pequeña y linda, hemos visto en un alcorque de la calle Luis Morote. Al verla nos llenamos de contento y pensamos que muchas alegrías como ésta son las que necesitamos a diario. Todavía sus pencas no están ajadas por la polución y juegan, es un decir, con la liviandad del aire. Es una aprendiz de palmera que se cimbreará cuando grande, con delicadeza, como sus madres y sus abuelas, palmeras canarias ellas. Al imaginarla con su talle jugando con el viento lanzamos un suspiro. ¡Ay!, nos lamentamos, cuántas palmeritas como ésta quisiéramos ver en nuestras plazas y aceras. Qué rácanos somos que no nos damos más a nosotros mismos el privilegio de la belleza.

sábado, 31 de agosto de 2024

Hilera

Una hilera de una veintena de soportes con carteles para el carnaval han puesto en la calle de Triana. Los carteles son seguramente para concursar, a ver quien se lleva el regocijo en 2025 de ver que bajo su apariencia de arte, el cartel era el anuncio de una bomba a punto de estallar en múltiples resoplidos. Por lo pronto, ya nos anuncian los carteles (y ya nos lo habían anticipado desde el Consistorio) que el Carnaval durará mes y medio. En tanto tiempo, menudos resoplidos que serán compartidos -nos dicen- entre los vecinos y vecinas de aquí y las vecinas y vecinos de allá. Así serán más los que tengan razones para llevar las quejas a la Justicia, porque es feo que, en caso de que los juicios acaben en contra del Ayuntamiento, sean siempre los mismos los que se lleven las perras que dicte el Juez. Una hilera de carteles. Una hilera grande de despropósitos por el Interés Turístico. Será.

sábado, 24 de agosto de 2024

Una guagua


Hemos visto una guagua que en su parte posterior tiene doble juego de ruedas. Pensamos que debe ser una de las de 21 metros de largo prometidas por el Ayuntamiento ante la situación de espera infinita a las ya famosas metroguaguas. Suponemos que no nos equivocamos y que son eso, un elemento de distracción. Y para distraernos nos ponemos a pensar en la variedad de guaguas que tenemos: pequeñas, sencillas; grandes, grandísimas; de dos puertas, de tres; amarillas las más, negras algunas (al parecer eléctricas); silenciosas casi todas y otras que con voz metálica nos van diciendo que las puertas se abren y las puertas se cierran; aquellas quejumbrosas... Pero casi todas tienen algo en común: seguimos viajando en ellas como sardinas en latas, que ya es mucho viajar.

miércoles, 21 de agosto de 2024

Dos colores


Dos colores, amarillo y azul (o negro), lleva el joven surfero. Camina el muchacho por la arena de espaldas al mar de donde hace unos instantes ha salido. La playa parece desierta en una tarde de nubes bajas con panza de burro como telón de fondo, Quizás, alguien en el agua rompe la soledad, y, a lo mejor, más allá algún grupo juega al fútbol con una pelota. Es grande la tranquilidad. En la tarde serena, no molesta ni una mosca.

martes, 13 de agosto de 2024

Limpieza


Pensamos que el servicio de limpieza del Ayuntamiento haría bien si pidiese a su personal de limpieza el no hacer limpieza en las marquesinas de las paradas de guaguas ni en otros elementos urbanos destinados a poner propaganda de cosas varias. Y es que la limpieza, creemos, no está orientada a hacer limpieza sino a ensuciar. Veamos: limpian una marquesina o lo que sea con un cubo en donde hay agua limpia y se ayudan con un cepillo-rascador; la suciedad, mucha, rápidamente pasa al agua que termina achocolatada; esta agua, de color chocolate decimos, cae por aquello de la ley de la gravedad al suelo, y aquí, en el suelo, queda el potaje. Podemos verlo a poco que nos fijemos pues tal porquería dura y perdura. ¿Y la limpieza? ¿Dónde queda la limpieza? Se la queda el diablo. De pena.

domingo, 11 de agosto de 2024

Muchachos


Han pintado con graffiti, posiblemente, a unos muchachos en las paredes externas del CEIP Fernando Guanarteme. Desde la parada de la guagua a la que acostumbramos a ir, podemos ver a dos de ellos. El pintor, el artista, nos muestra unas caras llenas de sentimientos encontrados; uno de los muchachos -niños aún- tiene una cara sonriente, con sonrisa abierta que deja al aire los jóvenes dientes; el otro, parece enfurruñado, taciturno, reconcentrado en algo que le inquieta de verdad. O quizá es un pillo que rumia una travesura, que no maldad. Les observamos con simpatía y vemos en ellos la juventud que se nos va y que ya no nos volverá.

domingo, 28 de julio de 2024

Diminutos


Diminutos son los balcones. Pequeñas, casi diminutas, las casas. Creemos que, cuando el arquitecto que sobre el papel realizaba el barrio de Las Rehoyas en Las Palmas se encontró con que tenía tan sólo una punta de lápiz para delinear los balcones (uno por vivienda) de la calle principal y algunas adyacentes o paralelas, y así, con más voluntad que medios, siguió en su proyecto de casas baratas pequeñas a rabiar. Hoy, estas casas están llamadas a desaparecer y con ellas desaparecerán los balcones, cerrados con aluminio y cristal en un intento de agrandar cada casa, que sirviera, era un suponer, para poner la nevera, en el metro cuadrado o poco más que iban a ganar en cada caso. Se cerrará así el ciclo de unas casas pequeñas con balcones diminutos que, al igual que el nombre que la barriada tomó en sus principios -los Arapiles- quedarán con nosotros en la memoria. 

jueves, 25 de julio de 2024

Huecos


Huecos hay en la Ciudad en los que se podrían plantar a poco que hubiera voluntad de hacerlo algún aprendiz de esbelto árbol. Y no se hace, o se hace tarde cuando la memoria de los ciudadanos ya hayan asimilado la tierra sin verde alguno. A nosotros, ver la tierra, desnuda con su color tierra (valga la redundancia) nos da grima. Cuánto beneficio nos daría si plantaran aquí un árbol. ¡Aunque sea un sólo árbol! Ni por ésas. Nuestros pensamientos no llegan, no pueden llegar, a la conciencia ni a la cabeza de los responsables que nos representan. Por eso creemos que el hueco, el pobre hueco sin vegetación, no tendrá sombra de un árrbol, a lo que parece, en muchos, muchos años.   

jueves, 11 de julio de 2024

Un cubo

En un centro comercial cuyo nombre omitimos, hemos visto un cubo blanco. Tal cubo no tiene los números del 1 al 6 en sus caras por lo que no nos sirve para jugar a los dados. Tiene -eso sí- unos enchufes que sirven para recargar en los móviles y en las tables las baterías gratis. Así vemos que casi siempre el cubo está rodeado de unos fieles seguidores que esperan, pacientemente, que sus celulares estén a punto para seguir utilizándolos. Unos deben ser clientes, pensamos, al ver las bolsas que acarrean con nombres de establecimientos varios. Otros, parecen más pobres y sin hogar que encuentran acomodo en los sillones allí puestos para leer noticias o ver, no sabemos qué, en sus móviles mientras éstos recargan. Pensamos cuánto bien sería que pusieran un cubo con enchufes para repostar con energía buena y barata nuestras cabezas vacías en las que caben cientos de cosas sabias.

martes, 9 de julio de 2024

Edificio


Sabido es que un edificio es un edificio. Por ello nos ha sorprendido el cartel que en una casa, en los alrededores del Mercado de Vegueta, han puesto que no dice otra cosa. Edificio dice, en letras grandes, por si a alguien quedara dudas de que lo fuera. Lo analizamos y vemos que en letras pequeñas está también el nombre del tal edificio y, entonces, el cartel toma su forma: Edificio tal y tal. Y nos quedamos tranquilos y en paz con nosotros mismos.

sábado, 29 de junio de 2024

De artificio




Los fuegos artificiales pusieron el botón de oro a las Fiestas de la Ciudad. Esta vez, en contra de la costumbre, no tuvieron lugar en La Puntilla sino en la otra punta de Las Canteras en donde el Auditorio Alfredo Kraus parece querer cerrar la bahía. Fueron unos bonitos fuegos dignos de la ocasión, que, suponemos, el público congregado para verlos agradecerían. Nosotros los vimos desde una azotea de una casa de la zona y pudimos apreciar todo el juego de luces, blancas y de colores, acompañado por el ritual del ruido de los voladores. Las palmeras, como siempre, fueron lo mejor. Mientras, el cielo, contento, íbase llenando de nubecillas blancas... 
 

martes, 25 de junio de 2024

Una mano


Un cartel en Mesa y López nos anuncia las fiestas fundacionales de la Ciudad. Lo miramos con curiosidad a ver si nos sorprende dándonos algo distinto a lo que nos tienen acostumbrado. Y encontramos una mano tendida. Una mano ¿para qué? Y nos volvemos locos pensando. ¿Será para salvar un castillo? ¿Será un detente, un ¡quieto ahí! contra el pirata Van der Does? ¿Será un saludo afectuoso a la ciudadanía en la efemérides? Sea lo que sea en la ciudad está el cartel con su cañón recién disparado, como adelanto de los fuegos artificiales. ¿Alguien da más? Puede que sí.

lunes, 10 de junio de 2024

En la torre

La torre es un paralelogramo de seis caras (contando con el piso) rectangulares. Está en sitio bien visible en la salida de la ciudad por la costa hacia el norte según entramos en el puente. Aun estando bien situado, nos tememos que casi nadie lo ve y que si lo ven casi nadie hace caso a su poderoso mensaje. Al mensaje nítido y rotundo que tiene, con letras grandes y poderosas. Dice: SIN CO2. Nada más y nada menos. Quien lo ha puesto, quien lo puso más bien, -no un grafitero al uso- nos quiso advertir del mal uso de este enemigo peligroso, a la vez que aliado necesario. Seamos prudentes, nos dice el mensaje, No alimentemos a la fiera.

lunes, 3 de junio de 2024

Pintura rápida


Nuevo concurso de Pintura Rápida en Mesa y López, y van veintisiete. O treinta y siete, vaya usted a saber. Ante nosotros se desplegaban caballetes y cacharros con pinturas, y otros utensilios estaban desparramados con orden  por todas partes. Pintores consagrados y aspirantes a artistas se afanaban en plasmar en los lienzos aquellas estampas que traían en sus cabezas. Suponemos que incluso, algunos, se atrevían con la improvisación. Era un ajetreo bonito que a los curiosos nos tenía entusiasmados pensando cada quien, quienes entre los artistas se alzarían con los premios. Después de mediado el día, en un semicírculo en la plaza que se llamó de la Victoria colocaron, en sus atriles las obras para disfrute del público, y allí, esperando veredicto, estaban aquellos que esperaban una merecida victoria. 

martes, 21 de mayo de 2024

En la plaza

 

En la plaza de Santo Domingo, un domingo de éstos, tuvimos la ocasión de recrearnos con flores bonitas. Era una decena de casetas muy bien arregladas con una variedad grande de plantas que nos hacían retroceder al tiempo en que en los patios -toda casa terrera tenía su patio y su azotea- plantábamos con cariño desde geranios a capas de la reina pasando por las calas, los anturios, los 'conejitos' y los 'mimos'... Pero no era esta muestra adornada para la ocasión, tan sólo una exposición agradable, sino que para los aficionados y los más pequeños contábamos con interesantes talleres. Así podíamos aprender el arte de los centros florales y confeccionar lindas flores de papel. La fuente, engalanada de helechos, daba buena prueba de ello.

domingo, 5 de mayo de 2024

Un mapa


En la puerta de las dependencias de un organismo público dependiente del Gobierno de Canarias hemos visto un mapa de nuestra isla. Nos presenta una silueta perfecta y tiene de noreste a suroeste una línea divisoria que nos indica -eso pensamos- que estamos ante un mapa que quiere representar la isla de tiempos anteriores a la conquista. Por si ello fuera poco, fijándonos, vemos que muchos nombres de las  localidades se corresponden posiblemente con nombres de aquellos entonces: Tiraxana, Artedara, Texeda, Artiacar, Tasaute, Artebirgua... Y pensamos, que la idea de colocar tal mapa, ha sido y es una buena idea.

miércoles, 10 de abril de 2024

Unas pacas

Hace unos días, en Mesa y López pusieron unas pacas de paja como reclamo junto a un coche-bar, tan lindas que eran, que daban ganas de comerlas. Ellas, las pacas, nos llevaron a tiempos pasados tan lejanos ya que sólo lo recuerdan -lo recordamos- los viejos. Tiempos aquellos en los que podíamos ver en nuestra ciudad carromatos y carros tirados por burros o mulos o lo que fueran. Unos servían para transportar cosas y los otros, más modestos eran los que se usaban para la recogida de la basura de las casas, tiendas y demás, puerta por puerta. Eran estos carros y carromatos los precursores, tal vez, de la metroguagua que está al venir. Las pacas de paja nos los trajeron del recuerdo.  

jueves, 4 de abril de 2024

Una rosa

En el parque, habían podado los rosales en febrero. Ahora, a finales de marzo, las primeras rosas estaban haciendo su aparición y nacían bajo nuestra mirada expectante ávidos como siempre de estos brotes de belleza. Dimos vueltas y aquí un capullo y allá una rosa nos hacían presumir de estar ya en puertas de la primavera. Lo mismo nos decían las demás plantas, encantadas éstas por el rocío recibido del agua mansa caída días atrás. Benefactora agua que nos viene cuando Dios la manda.

domingo, 31 de marzo de 2024

Trampa


Era un trampantojo o era una trampa que venía a ser lo mismo. Alguien hizo trampa al hacer el muro pensando que nunca se descubriría, pero nada queda oculto para siempre así que el roto o el descosido salió a la luz y nosotros lo vimos en nuestro ir y venir por las calles de la ciudad. Nos quedamos frente a él y vimos los trabajos ocultos de los albañiles en los que despliegan sus saberes y habilidades para mantener firmes paredes y arcos que luego nosotros disfrutaremos. Al final, pudimos comprobar que no había ni trampa ni cartón, sino un buen hacer.  

martes, 26 de marzo de 2024

Muro

La casa, pues fue una casa, desde hace tiempo cuando fue derruida por un incendio, es tan sólo muro. En éste sigue estando un cartel que alguien puso, que invita al transeúnte a visitar el museo de un poeta. Una flecha y unas señas nos podían llevar hasta él si dicho museo todavía estuviera. Porque, por esas cosas incomprensibles de la ciudad en que habitamos, el museo, punto de reunión de familiares y amigos de un poeta -del poeta Domingo Rivero- cerró dejándonos en la estacada. ¿Motivos? Como siempre el dinero, suponemos. El poderoso caballero que pone y quita, que anda y desanda los pasos andados. Y si son pasos desandados de cultura, nos quedamos con la magua.

miércoles, 20 de marzo de 2024

Retazo


Un retazo del carnaval quedó prendido en la valla; en la valla de la Metroguagua lo que ya es casualidad, es en donde lo vimos. Era, eso creemos, un retazo del Ángel caído, dos alas preparadas para volar y llegar al cielo. Seguramente, algún atrevido carnavalero se atrevió a hacer el viaje con ellas. sin pensar que el calor del sol derretiría la cera como derritió las alas de Ícaro. Ahí, en la valla las vimos, magulladas y sin glamour. La música, estruendosa y divertida, ya no sonaba. Las alas, tristes o melancólicas colgaban recordando glorias pasadas.