Espanzurrá
En el asfalto de la avenida hay una paloma espanzurrá. Seguramente la pobre murió atropellada por un vehículo y luego el paso continuo de guaguas y coches sobre su menudo cuerpo hizo el resto. Espanzurrá. ¡Qué horror! Nos enseña la paloma la futilidad de la vida. Cuán poco valemos y cuanto presumimos. Ahí está tras su último vuelo, tan grácil, tan bonita, tan elegante en su caminar...
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