domingo, 26 de febrero de 2023

Parejas

Subió una pareja de chicas jóvenes a la guagua y ellas dos se acomodaron junto a la puerta central de salida. Nosotros, sentados en los primeros asientos tras la puerta, no podíamos dejar de verlas. Ellas, al parecer enamoradas, mostraban, una para la otra, gestos elocuentes de amor. Caricias y besos no furtivos se mezclaban con sus risas. Nadie, de entre los pasajeros, mostró síntomas de desagrado, ni un solo comentario se oyó. Como debe ser.

Otro día, en una de las paradas, llegó una pareja de apuestos efebos. Venían de mano y se pusieron -mientras esperábamos la guagua- uno frente al otro, a hablar de lo que fuera. De pronto, sus labios se unieron en un ligero y casto beso. Nadie mostró síntomas de desagrado y ni un sólo comentario se oyó.

Ángeles o demonios. Ellas y ellos.

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