Varias, por no decir muchas, de las casas de la calle Mayor de Triana, nos llenan de satisfacción. Sobre todo aquellas que representan un ser y estar de nosotros en la ciudad y en la isla. Nos satisfacen las casas y también el grado de preocupación que hay sobre ellas, sobre su conservación y cuidados. Máxime, de unos años a esta parte en que la técnica permite que una casa no sea derruida al completo para hacer otra acorde a las necesidades actuales. Hoy podemos tirar lo que nos sobre pero respetando escrupulosamente la fachada. Esto es lo que se ha hecho con la casa que albergaba la sede hasta hace poco de la Caja de Canarias y en la que anteriormente estuvo las oficinas de otras entidades bancarias y de seguros. Ha quedado linda, en verdad. Lucen preciosos sus balcones y sus relieves
. Luce perfecta y blanca. Luce moderna, como debe ser.
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