El fanal
Sentados en un banco de Triana y teniendo frente a nosotros una ventana por la que salía la luz a raudales, en noche obscura y fría, nos vino a la mente aquel bolero que canta a un amor perdido: "...y pensar que mi vida fuiste llama y el fanal de mi vida fuiste tú y llegué a quererte con el alma y hoy me ciega de tristeza tu actitud..." Era ésta una canción para cantarla a voz en grito en la noche callada y sin embargo nos pusimos a tararearla mientras nos preguntábamos quién estaría en una habitación tan iluminada. Quizá, pensamos, una doncella esperando a su apuesto galán.
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