En San Pedro podemos ver tiendas de tejidos y últimamente unos cuantos bares-cafeterías. Una de estas cafeterías es italiana, y nos llamó la atención por tener en el alfeizar de la ventana unas rebanadas de pan y otras cosas invitando al paseante a comerlas. (A no ser que fueran de plástico, que todo es posible, y dieran el pego). Y tenía también, y ello fue el colmo de nuestro asombro, un racimo grande de ristras de ajos colgado en el ángulo superior de la dicha ventana. ¿Ajos aquí? Y pensamos en los vampiros. Claro, como el norte de Italia está cerca de Transilvania y ya se sabe aquello de la historia del Conde Drácula... Pues sí, hermosos y lindos ajos aquí.
jueves, 10 de octubre de 2013
Vampiros
En San Pedro podemos ver tiendas de tejidos y últimamente unos cuantos bares-cafeterías. Una de estas cafeterías es italiana, y nos llamó la atención por tener en el alfeizar de la ventana unas rebanadas de pan y otras cosas invitando al paseante a comerlas. (A no ser que fueran de plástico, que todo es posible, y dieran el pego). Y tenía también, y ello fue el colmo de nuestro asombro, un racimo grande de ristras de ajos colgado en el ángulo superior de la dicha ventana. ¿Ajos aquí? Y pensamos en los vampiros. Claro, como el norte de Italia está cerca de Transilvania y ya se sabe aquello de la historia del Conde Drácula... Pues sí, hermosos y lindos ajos aquí.
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No siempre es fácil adivinar las últimas intenciones de quienes cuelgan en los quicios de sus ventanas este tipo de cosas. Lo más común es que sea para el oreo, pero ¡vaya usted a saber!
ResponderEliminarUn abrazo