sábado, 26 de julio de 2025

La flor de la palmera


La palmera que hemos visto en una calle de la ciudad es pequeña pero no chiquitina. A algo más del tamaño de un hombre está su copa y, entre sus ramas hemos visto una flor blanca, tirando a amarillenta, como de algodón. Quizá es un plumero, pensamos. Lo cierto es, y en ello estamos seguros, que no era un racimo de támbaras hermosas que es lo que podemos ver en las palmeras cuando les llega su tiempo. Támbaras en racimos, colgando... Nos parecía más bien esta vez una de esas chuches de azúcar que unido a un palo venden en los puestos de las fiestas pueblerinas y en las fiestas populares de la ciudad. Y viendo a la flor tan bonita nos hemos acordado de aquella canción que canta, con letra tan emotiva, a la flor de la canela...

jueves, 24 de julio de 2025

El rabo de la cometa

Al pronto, nos pareció el rabo de una cometa que nos llevó a tiempos ya lejanos. Tiempos de nuestra niñez y primera juventud. Luego vimos que el rabo colgaba del poste de unas farolas, pero el encanto, el ensueño, ya estaba con nosotros. Y nos vimos haciendo cometas con trozos  de caña y papel de colores y nos vimos amarrándole un hilo acarreto con el que la sostendríamos en nuestras manos mientras la cometa subía directa al cielo. Y recordamos, qué ilusión, el rabo que le hacíamos a la cometa con trozos de trapo unidos y que le poníamos para que ella pudiera planear. Y durante un rato, un rato largo, con los ojos bien abiertos, nos pusimos a soñar.

lunes, 21 de julio de 2025

Los barcos

Al vivir en una isla estamos rodeados de agua por todas partes y, casi casi, también, de barcos. De barcos que son amigos nuestros que nos acompañan a diario y que nos cuentan sus historias y sus leyendas. Basta con arrimarse a la ribera en donde rompe las olas. Esas olas que mecen a los barcos allá afuera. Allá los podemos ver esperando, tan apuestos, aunque no sean de vela.

martes, 15 de julio de 2025

Algarroba


En Mesa y López, casi en las puertas del centro comercial El Corte Inglés, hemos visto que de uno de los árboles que allí están cuelgan unas vainas que nos recuerdan una fruta exquisita de cuando éramos niños y jóvenes. Nos referimos a la algarroba. Se nos hace difícil ahora (nuestro paladar no nos llega para tanto) el saber cuál era su sabor, pero hemos leído que éste es como el del cacao, o sea, el del chocolate. Algo dulzón y que quita el hambre o al menos las ganas de comer que era lo que en tiempos de escasez necesitábamos, como necesitábamos el gofio. Por ello, de aquellos tiempos, estos recuerdos. Lindos recuerdos hemos de decir.

miércoles, 9 de julio de 2025

Escaparates

 

Hay escaparates o espacios casi libres en las tiendas, que merecen premio. Eso es algo que pensamos con frecuencia pues no pasa día sin que encontremos algo con un toque de distinción o de humor que lo hace diferente. Son detalles, simples detalles: unos trajes, unos libros, unas gafas, unos bolsos... dejados aquí o allí como al desaire, con descuido, como quien no quiere la cosa. Como la muñeca con su cara sonriente que encontramos en una botica que quita y sana males y males. Pues si ella, la muñeca, no espanta pájaros es muy posible que espante nuestros males, si no del cuerpo, sí del alma.