domingo, 19 de agosto de 2018

Lindas

No debemos cansarnos de admirar a las flores, a las lindas flores, ¡que todas son lindas! No debemos cansarnos no sea que ellas se den cuenta y se amulen y entonces tengamos que llorar por la belleza ida. Debemos esmerarnos en su cuidado pues son delicadas criaturas, efímeras en algunos casos que nacen para hacer la vida más agradable a los demás seres vivos. ¿Quién no ha visto a una abeja libando el néctar de una flor? ¿Quién no se ha deleitado con su fragancia o con sus colores? ¿Quién no ha puesto sus ojos en sus lindos tallos, en sus pétalos o sépalos? ¿Quién no se ha inclinado para ver sus estambres y pistilos? ¿Quién no ha sido alguna vez abeja tratando de beber de su ponderada belleza?...

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