jueves, 28 de mayo de 2020
El verde
Nadie podría decir si estamos ante un parterre con césped o en un cercado de pepinos.El verde es intenso y sólo unas florecillas amarillas le dan un toque de distinción. Al pronto llegan dos periquitos (o lo que sean) que se ponen a brincar y a picotear entre la hierba. Buscan, es de suponer, comida. Nos paramos a verlos. Sus cabecitas bajan y suben continuamente mientras brincan. A veces desaparecen entre las hierbas. Son los pajarillos (los llamaremos así) de colores varios, blanco, verde, azul... Van y vienen sin separarse mucho uno del otro contentos con la vida y aislados, posiblemente, del mundo que les rodea. La escena es casi de total felicidad. Y nos acordamos de lo que, en parábola, se nos dice en los Evangelios, que ellos serán alimentados por el Padre celestial, aunque no siembren ni recolecten.
Hermosa reflexión de una escena que para muchos pasa desapercibida.
ResponderEliminarUn abrazo.